Más de 170 ayuntamientos cacereños, de menos de 20.000 habitantes, podrán liberarse de las escombreras ilegales al tiempo que esos materiales serán reciclados para reusarse en la construcción. Este es el servicio que va a comenzar a prestar el consorcio de gestión medioambiental de Cáceres, dependiente de la diputación, que comenzó a funcionar hace escasamente un año. Lo harán a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), que invierte 13 millones de euros en la provincia.

La idea de este organismo es liberar a las administraciones de esa gestión, sobretodo porque se trata de localidades que "no tienen muchos recursos". Y es que, de momento, los consistorios no tienen que pagar ninguna cuota, aunque desde la organización se plantean este hecho a largo plazo. El consorcio, además de limpiar estos residuos de la construcción, ofrece asesoramiento, ayuda en la regulación de los materiales, formación y sensibilización ciudadana. Esta última es la actividad más importante de todas "lo mismo ocurre con el agua, por muchas infraestructuras que hagamos, si no hacemos un uso responsable de ella, luego nunca la recuperaremos", dijo la gerente de este órgano, Adela Durán.

VERTIDOS INCONTROLADOS La provincia de Cáceres ya cuenta con vertidos incontrolados, debido a que existen un gran número de escombreras que dejan a su paso una cantidad de residuos que contaminan la zona. Según Durán, "por volúmen de material, la peor es la de Plasencia, pero los vertidos en esta zona evidentemente son mucho menos sangrantes que en la Sierra de Gata, aunque el nivel de vertidos sea menor".

El proceso del consorcio comienza por la localización de las escombreras, sigue con la construcción de plantas para depositarlas y finaliza con el reciclaje de los materiales a través de una maquinaria especializada, "si conseguimos esto, llegaremos a tener vertederos controlados", indicó Durán. La segunda fase consistiría en limpiar a fondo la zona con lo que "quedaría libre para cualquier uso municipal o privado", dijo la responsable.

"De los escombros reciclados saldrán áridos que podrán ser reutilizados para las obras", explicó Durán, además, dijo, "este proceso será una fuente real de creación de empleo para la provincia de Cáceres".

Aparte del reciclaje de las escombreras, el consorcio prevé en un futuro centrarse al mismo tiempo en la gestión del ciclo integral del agua, es decir, controlarán el estado de las redes de agua y el saneamiento, "para controlar que no haya fugas, por ejemplo", aclaró Durán. Aunque también contemplan el reciclaje de las aguas residuales, pero, para lograrlo, "los ayuntamientos necesitan contar con las infraestructuras necesarias, las depuradoras, por lo que esto será mucho más largo", aseveró la gerente del consorcio.

La responsable del departamento de gestión medioambiental hizo un balance sobre la situación actual en la provincia y la equiparó a la del resto del país: "en residuos de construcción, la de Cáceres es similiar a la del resto de España, sin embargo --dijo-- a mi parecer la situación es bastante positiva porque existe una preocupación generalizada, los alcaldes y responsables de las localidades tienen interés por resolver este problema", aseguró.