Los barrios situados en la zona norte han dado el sí unánime al futuro cierre al tráfico de las calles Tenerías y Caleros, que supondrá otro avance en los planes de peatonalización del casco viejo y del recinto histórico. La próxima apertura de la ronda Norte ofrecerá nuevas alternativas a los barrios más septentrionales, que no tendrán que limitarse a los trayectos por Hernán Cortés, Sande, Vadillo-Mira al Río y Tenerías-Caleros para llegar hasta el centro y el sur. Esta escasez de alternativas provocó el recelo de los habitantes de las barriadas del norte hace un año, cuando los vecinos de Caleros comenzaron a pedir el cierre. La inminente inauguración de la nueva ronda y la ampliación de Mira al Río inclinan ahora la balanza.

Así lo han manifestado a EL PERIODICO los presidentes vecinales de La Mejostilla, San Blas y Pinilla, que no obstante recuerdan la conveniencia de impulsar la ronda Este como alternativa a la circulación por esta zona.

UNA PETICION ROTUNDA La noticia del cierre del eje Caleros-Tenerías fue anunciada a este diario el pasado sábado por el concejal de Tráfico, Santos Parra, que atiende así la reclamación de los vecinos de estas calles, donde una encuesta reveló que el 99% de los residentes exigían una solución al ayuntamiento y que el 90% solicitaban una restricción de tráfico, excepto para vecinos, servicios de urgencia y vehículos de carga y descarga.

La petición de cierre viene motivada por la intensa circulación que sufre Caleros, una de las calles más populares de la capital cacereña, cuna de muchos personajes del ámbito social, político e intelectual. Su estrechez obliga a los vehículos a pasar a pocos centímetros de las viviendas, con el consiguiente riesgo y las molestias por ruido y humos. Muchos conductores de la zona norte optaban por este trayecto para librarse de los atascos de la avenida Hernán Cortés y del eje Vadillo-Mira al Río, pero la ronda Norte descargará la primera y la ampliación de Mira al Río, aprobada en el mes de julio, aliviará el tráfico del segundo.