"Eramos los únicos que todavía no habíamos sufrido ningún robo", comentaba ayer con impotencia el gerente del hipercash Cáceres, Manuel García. Los industriales del polígono de Casar de Cáceres se plantean contratar seguridad privada ante el acecho de los ladrones.

El problema de inseguridad está latente en este polígono y en el de Capellanías y Aldea Moret, donde los industriales han sufrido en los últimos tres meses cinco asaltos graves (siete en un año) --de los que ha tenido constancia este diario-- y de los que han sido víctimas una quincena de empresas: TopCampo, Calinteg Confort, hipercash Cáceres, Queserías Pérez Andrada, Terrazos Sánchez Mejías, Provecaex, Easy Vending, iluminación Exon, Codere, Maquinarias Cacereñas, Disuin, Rapid Car y hasta los talleres municipales de Capellanías.

Conexión de los robos

De momento, se desconoce si los robos son obra de la misma banda y tienen alguna conexión. La Policía Nacional y la Guardia Civil investiga estos sucesos sin que por ahora se hayan obtenido resultados. "Esa es la desgracia, que las pesquisas nunca obtienen resultados", lamenta el propietario de Top Campo. Esta empresa sufrió un robo el 9 de enero y en la madrugada de ayer se quedó sin su principal vehículo de reparto. "Las naves de este polígono han sido asaltadas hasta dos y tres veces", asegura Manuel García.

La Policía Nacional atribuye los últimos robos en Capellanías a una banda de kosovares, supuestamente por la extrema violencia que emplean en sus acciones, aunque no se ha descartado que los delincuentes puedan ser autóctonos. "Se nota que tenían calculado por dónde agujerear la pared", explica el gerente del hipercash Cáceres. "Además, con la furgoneta rotulada de TopCampo no pueden ir muy lejos --especula García--. La deben tener escondida cerca.".

De hecho, en algunos casos, los ladrones buscan un botín en especie (ordenadores, licores, perfumes, productos de alimentación..) y en otros, el objetivo es la caja fuerte de las naves y el dinero que custodian. En unas entran por los tejados y en otras, realizando los conocidos butrones. De una forma o de otra, los damnificados son los mismos: los industriales.