Cuatro profesores y un cuidador que ejercen su trabajo en el aula abierta a la discapacidad del colegio público San Francisco, en Cáceres, negaron ayer la existencia de malos tratos físicos o verbales contra una menor de 13 años que padece Trastorno del Espectro Autista (TEA). Así lo declararon ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 7, en el transcurso de la investigación que se sigue tras la denuncia presentada por la madre de la niña contra la directora del colegio, suspendida cautelarmente de sus funciones. Sus compañeros secundaron ayer la versión de ésta y explicaron que se han descontextualizado las 15 horas de grabaciones, obtenidas con una grabadora que la madre metió en la mochila de la niña durante tres días.

A raíz de esos audios, la directora se enfrenta a una denuncia por un presunto delito continuado de malos tratos físicos y psíquicos, vejaciones y amenazas veladas contra la menor. Los docentes efectivamente reconocieron ayer sus voces en las grabaciones, pero insistieron en «descontextualizarlas, en negar malos tratos, porque evidentemente serían partícipes o encubridores», explicó el abogado contratado por la madre, Ángel Luis Aparicio, al finalizar las declaraciones. «Ellos insisten en que todo ha sido una estrategia de juego, en un contexto de cariño, para que la niña obedezca, pero eso no se mantiene cuando escuchas las grabaciones con cinco horas de gritos el primer día, y cinco al siguiente», afirmó el letrado.

Los profesores, llamados como testigos por la propia acusación, fueron respondiendo a las circunstancias que se recogen en los audios. Existe por ejemplo una grabación en la que el cuidador le dice a una profesora que lo que se está haciendo ante una crisis de la menor no es contención, sino maltrato. «Frente al juez declaran que se ha sacado de contexto, que se produjo en el curso de una conversación normal, pero a la niña se le escucha chillando. De hecho, están grabadas horas de sollozos continuados, llantos y gritos tanto de la directora como de la menor», describe el abogado.

Los docentes también respaldan que las palabras grabadas a la directora, «ahora te he tenido que pegar», se pronunciaron en el mismo contexto de estrategia de juego, al igual que cuando le dijo «pareces la niña del exorcista». Asimismo, sostienen que cuando la responsable del centro salpicaba agua a la cara de la niña era para aliviar su sofoco tras una crisis y como forma de estímulo. No obstante, algunos docentes dicen no haber escuchado o no recordar ciertos pasajes, siempre según declaraciones del abogado.

Existe otro audio polémico, cuando la directora comunica a dos nuevas profesoras que en el caso de que la madre pregunte por los hematomas y los arañazos de la menor, digan que ha sido en el recreo. En este caso, los docentes explicaron ayer que era para protegerse de una posible denuncia, «lo cual es insólito, porque la madre nunca denunció nada hasta el momento en que escuchó las grabaciones», agregó el letrado.

Sobre estos moratones y arañazos, los docentes también respondieron que la propia menor les había dicho que se los ocasionaba su perro, «otro hecho insólito, porque la niña solo tiene una comunicación mínima a través de pictogramas o monosílabos». La acusación no comprende por qué al ver estas lesiones, los propios docentes no abrieron un protocolo contra un posible maltrato.

En cuanto a los presuntos tirones de pelo denunciados, los docentes alegaron que le hacían la coleta porque se le descolocaba en sus crisis. «Afirman que todo lo hacían con cariño, con mesura, pero los audios revelan lo contrario», sostiene Aparicio.

SIN RPOTOCOLO / Al margen de las grabaciones, los docentes coinciden con las declaraciones realizadas por la directora la pasada semana, en el sentido de que no han sido informados de que la niña tenía autismo, ni conocían el protocolo de actuación en estos casos. «La estrategia es echar la responsabilidad a la Junta de Extremadura, pero el trastorno en el desarrollo por el que permanece la menor en este aula engloba el autismo, y además se encuentra diagnosticada desde 2012. La Junta tiene los informes, y el colegio ha contactado con la asociación de personas autistas Aftea precisamente para colaborar con la niña», detalla el letrado.

En próximas jornadas seguirán otras testificales solicitadas por la acusación a la madre de la niña, al inspector educativo, a miembros de Aftea y a personas que han estado en el aula. Además, la acusación esperará al análisis policial de las grabaciones para volver a interrogar a los docentes con los audios delante. Ayer no quisieron dar su versión a la prensa.