"Ha sido la etapa más inolvidable e importante de mi carrera". Con estas palabras dejaba ayer Domínguez Valor la base, agradeciendo especialmente "la entrega de su personal". Cuando el teniente coronel Rincón, su compañero y amigo, le regaló un óleo del palacio de las Cigüeñas (comandancia militar) firmado por Martínez Terrón, Domínguez Valor no pudo reprimir las lágrimas.