Eladio Jiménez Díaz nació en Ibahernando, pero siendo muy niño se vino a Cáceres, donde su padre había abierto en la posguerra un bazar llamado El Barato. Estaba bajo los soportales de la plaza Mayor y cualquier cacereño con memoria recuerda la figura inolvidable de don Eladio: su poderoso porte, su carácter resuelto y su paciencia de tendero de raza.

Don Eladio se nos fue en la madrugada del domingo y hoy lunes a las 10.30 horas se celebrará su funeral en la iglesia de San Juan. Pero a cualquier hora del día, los cacereños de siempre podrán hacer una pausa en sus quehaceres y recordar que, mucho antes de que llegaran los todo a cien , don Eladio les despachó en El Barato su primer paraguas, las maletas con que hicieron el viaje de novios o el juguete preferido de sus nietos. Don Eladio quedará grabado en la pequeña historia de Cáceres como un caballero que durante medio siglo despachó felicidad en paquetes pequeños. Descanse en paz.