"¿Cuántos preservativos traes?" Así recibieron los alumnos de Segundo de Educación Secundaria Obligatoria del instituto Al-Qazéres a la educadora social que asistió para hacer con ellos un taller sobre sexualidad. Esta pregunta, que fue la primera que se formuló en la acción formativa, confirma las estadísticas que revelan que la gran mayoría de los adolescentes acuden a la asesoría afectivo-sexual para pedir preservativos y a realizarse tests de embarazo.

Risas nerviosas y en ocasiones salidas de tono, producto de estar tratando un tema en parte desconocido para ellos --los alumnos tenían entre 13 y 14 años--, marcaron los 40 minutos que duró el taller impartido por Jara Fernández, una de las trabajadoras de la asesoría del edificio Valhondo.

Cuestiones frecuentes

"Las relaciones sexuales de riesgo --sin preservativo-- pueden producir cáncer", o al menos así lo creía una de las adolescentes de la clase, que consideraba que practicar el sexo sin protección, a parte suponer un peligro para contraer enfermedades de transmisión sexual podían contagiar el cáncer --una enfermedad no contagiosa--.

Mientras esta alumna formulaba esta cuestión, otro de los chicos afirmaba que "a partir de los 11 años se puede hacer el amor". Estas cuestiones pueden parecer una irrealidad, pero demuestran que los adolescentes cacereños necesitan más formación acerca de la sexualidad para sacar de sus cabezas los mitos que surgen por la desinformación tanto por parte de los centros educativos como de las familias.

Placer, desahogo, juego, hacer el amor,... Esto es para los adolescentes la sexualidad. "¿La palabra respeto e intimidad no os sugiere nada?", comenta la educadora social. Solo a partir de ese momento, y cuando ya habían pasado 20 minutos de la sesión, sus pensamientos se dieron la vuelta. "Bueno, también hay besos", dijo una chica. "El gran problema es que confunden la sexualidad con el acto sexual y se olvidan de que la sexualidad también implica caricias, afecto, respeto,... La sexualidad aparece desde que nacemos y está ahí hasta que morimos", señaló la educadora.

La asesoría realiza talleres de este tipo durante todo el año con alumnos de secundaria para abrirles la mente y ayudarles a que dejen creer rumores, como el que cree una de las alumnas de este instituto: "que los preservativos siempre deben de llevarlos los hombres".