El fiscal les acusa de un delito contra la salud pública, en su modalidad de tráfico de sustancias que causan grave daño a la salud, y solicita para cada uno cinco años de prisión, pero ellos aseguran que la droga con la que les sorprendió la policía era para su consumo y el de su grupo de amigos. Alberto G. y José A. T., que fueron juzgados ayer en la Audiencia Provincial, aseguraron que los 5,16 gramos de cocaína y el 1, 25 gramos de ´cristal´ que la patrulla de la policía local les intervino tras darles el alto por saltarse un stop la habían comprado "para consumirla toda la pandilla en los carnavales de Badajoz".

Según indicaron, fueron unos 14 amigos los que aquel día 2 de febrero del 2008 pusieron dinero --60 euros cada uno-- para comprar droga y bebidas para el botellón antes de marcharse a Badajoz. "Quedamos en la plaza de Colón y tras poner el fondo nosotros fuimos a comprar la droga" y, según declararon ambos, de comprarla volvían cuando sobre las 21.00 horas, en la calle Gran Bretaña, una patrulla de la policía local observó en ellos "una conducción brusca".

A la pregunta de por qué no pararon cuando se les dio el alto, José A., que conducía, indicó que como la policía iba en un vehículo camuflado "no me di cuenta de que eran policías, por eso cuando aceleraban yo también lo hacía". Fue, añadió, "cuando vi las luces azules cuando me di cuenta que era la policía y paré".

Pararon al final de la avenida de Isabel de Moctezuma --según indicaron se dirigían a Aldea Moret a comprar más droga--, momento en que los agentes les detuvieron y procedieron a su cacheo. Según señaló el fiscal, los agentes declararon que en ese momento el acusado José A. T. "tiró al suelo disimuladamente una funda de gafas" en la que había 9 envoltorios de plástico blanco que contenían 5,16 gramos de cocaína y una bolsita con cuatro envoltorios de ´cristal´, pero el acusado señaló que él no tiró la funda, "se cayó al abrir la policía la puerta, pues la tenía en el hueco de la manilla".