Alquilar un bar, recargar el móvil, comprar una cámara de vídeo, un DVD, cartones de tabaco, un ordenador, contratar un ADSL o hasta encargar unas tartas. Todo eso hizo L. M. L. en 15 días y sin dinero, únicamente entregando cheques sin fondos o comprometiéndose a realizar una transferencia bancaria que posteriormente no realizaba.

Ahora será condenado por la Audiencia Provincial a dos años de cárcel y al pago de una multa de unos 800 euros por un delito de estafa, según el acuerdo de conformidad al que llegaron ayer las partes en el juicio del caso. La Fiscalía rebajó su petición de condena de cuatro a dos años de prisión al valorar que las víctimas han sido en su mayoría resarcidas al devolver los artículos o pagarlos.

L. M. L. perpetró su estafa continuada entre el 19 de octubre al 5 de noviembre del 2005 en Navalmoral de la Mata. Primero abrió una cuenta sin dinero en la Caja de Ahorros de El Monte y solicitó que se le facilitara un talonario. Así, a sabiendas de que en dicha cuenta no tenía dinero, comenzó a extender talones para hacer frente a sus sucesivas operaciones.

La primera fue un contrato de alquiler de un bar, que formalizó entregando al propietario en concepto de fianza y primera mensualidad dos cheques por importe total de 2.522,42 euros. Cuando el dueño del local fue a hacer efectivo los talones, se le informó que carecían de fondos, por lo que no llegó a hacerle entrega de las llaves del local.

De forma idéntica, actuó para adquirir diversos cartones de tabaco y recargar el móvil en dos estancos, varios electrodomésticos en dos tiendas y un ordenador portátil. También llegó incluso a encargar tres tartas y comprar cuatro baguettes y una bandeja de pasteles en una pastelería morala manifestando a la dependienta que se lo pagaría todo, unos 90 euros, cuando le entregaran en su casas las tartas al día siguiente.