Cáceres, como todas las ciudades, sobre todo las pequeñas, tiene sus particularidades a la hora de votar y de todos es conocida su idiosincrasia, pero sin embargo el PSOE no la ha tenido en cuenta más por ambiciones personales y amiguismo que por ignorancia lo que le ha conducido a la imposibilidad de llegar al gobierno e incluso a la irrelevancia política en el municipio.

Las próximas elecciones se presentan con unos resultados tan apretados que un puñado de votos pueden conceder el gobierno. Si no hay grandes novedades se cuenta con una subida espectacular de Ciudadanos aunque quizás no le llegue para convertirse en primera fuerza pero sí para ser decisivo en los pactos tanto en el Ayuntamiento de Cáceres como en la Asamblea. Si se diera este caso parece que el PSOE podría ser el más beneficiado pues sale como favorito en las elecciones a la Junta lo que le daría más margen de maniobra, pero para eso debería ser el primero o el segundo en votos en Cáceres y eso es difícil que lo consiga sin un candidato adecuado a las preferencias cacereñas que sume dos concejales más. Todo dependerá de los candidatos a las primarias y de si en ellas votan solamente los militantes o también los simpatizantes.

El actual grupo municipal socialista superó las expectativas electorales pasadas pero su actuación no ha pasado de la irrelevancia en la legislatura más anodina que haya existido en nuestra ciudad por lo que no parece que pueda superar sus votos. Si se imponen unas primarias sin simpatizantes mucho me temo que se consolide el continuismo apoyado por los órganos provincial y local. Si las primarias se abren a los simpatizantes dependerá del candidato (muchos lo tienen ya in pectore) y de su capacidad para atraer a esa parte del catovismo que solo vota a “ los suyos” Esta segunda opción puede plantear una situación difícil de gestionar pues podría conducir a que el partido tenga un candidato al que no han votado los militantes, pero si se les niega a los simpatizantes su participación pueden decirles: “ Si nos margináis ahora, en las urnas no os votaremos” s.