El presidente de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), Pedro Bravo, y el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de este tribunal, Fernando Muñoz, ingresaron ayer en la orden de San Raimundo de Peñafort al imponérseles su cruz distinguida, que reconoce su trayectoria profesional en la Administración de Justicia.

Ambos fueron condecorados en un acto emotivo y raramente multitudinario, lo que puso de manifiesto la capacidad de convocatoria de los premiados, como indicó la propia vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), María Angeles García, presente en el mismo. Se celebró en el salón del palacio del TSJEx y asistieron, además de familiares de los premiados, una amplia representación del mundo judicial de la región.

Esta condecoración, creada por Decreto de 23 de enero de 1944 para premiar servicios prestados en la Administración de Justicia, la otorga el ministerio a propuesta, en este caso, de la Sala de Gobierno del TSJEx.

El presidente de este tribunal, Julio Márquez de Prado, elogió profusamente la profesionalidad y humanidad de los dos condecorados. "Ambos se han hecho acreedores legítimos de la cruz y tenemos que darles las gracias por su trayectoria", manifestó Márquez de Prado. Por ello, aseguró que el de ayer, era un "día de alegría para la Justicia extremeña".