Quince y diez meses de prisión, y 1.210 y 600 euros de multa son las penas impuestas a dos jóvenes que se enfrentaron, insultaron y llegaron a agredir a los policías que impidieron realizar un botellón en la plaza Mayor.

El consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública está prohibido desde hace años. En el 2006, año al que se remontan estos hechos, ya lo estaba, y por ello la policía intervino en el botellón que la madrugada del 24 de marzo del 2006 se estaba celebrando en la plaza Mayor. Eran las 02.00 horas y, aunque en principio los asistentes atendieron "la invitación a que concluyesen su festejo y se dispersasen", a continuación protagonizaron un enfrentamiento que llevaría a la detención de dos de los jóvenes participantes, Alejandro V. M. y Manuel A. R.

Y es que tras abandonar el lugar, y según recoge la sentencia del Juzgado de lo Penal 1 como hechos probados, los dos jóvenes ahora condenados, "junto con otros compañeros de farra, espoleados en su ánimo por el vigor y arrojo que confiere el abrigo de la masa y, con la inequívoca intención de desconocer el principio de autoridad encarnado por los agentes, comenzaron desde el enclave conocido como Arco de España a lanzar piedras y botellas contra los efectivos de la policía".

El lanzamiento iba acompañado, además, de gritos de insultos como "maderos, cabrones, mucha policía y poca diversión".

Ante la persecución iniciada por los agentes que se encontraban en la plaza, los jóvenes huyeron, pero la policía consiguió dar alcance a Alejandro V., "que al tiempo que se negaba a identificarse asió la defensa que portaba un policía local y forcejeó con él hasta que finalmente resultó reducido"; y a Manuel A. "quien, de la misma manera, se resistió a su identificación y se mostró beligerante, oponiéndose virulentamente a ser detenido y a introducirse en el vehículo policial".

Por estos hechos, a Alejandro V. se le impone una condena de 1 año y 3 meses de prisión por un delito de atentado a agente de la autoridad, 610 euros por una falta de lesiones y 600 euros por una falta de desobediencia y falta de consideración a agentes de la autoridad; y a Manuel A. una condena de 10 meses de prisión por un delito de resistencia y 600 euros de multa por una falta de desobediencia.