Dispararon con una escopeta a un vecino de Guijo de Coria con el que estaban enemistados y después huyeron, habiendo estado en paradero desconocido y huidos de la justicia durante casi cuatro años. El suceso ocurrió el 8 de abril del 2002 y los autores, los hermanos Martín Flores, han estado huidos de la Justicia desde ese mismo día y hasta el 6 de febrero del 2006, en que fueron detenidos en Salamanca. Desde entonces se encuentran en prisión provisional a la espera del juicio, que se celebrará próximamente en la Audiencia Provincial de Cáceres.

Agustín y Mariano Martín Flores están acusados de un delito de homicidio en grado de tentativa --pudieron casar la muerte a su víctima, pues el disparo le alcanzó en la pierna y no en la cabeza donde iba dirigido, porque providencialmente se levantó-- por el que el fiscal pide para cada uno de ellos una condena de 7 años de prisión, así como la prohibición de aproximarse a su víctima a una distancia inferior a los 500 metros, así como de comunicarse con el mismo por cualquier medio, en 10 años.

EL SUCESO Eran aproximadamente las 16.40 horas del 8 de abril del 2002 cuando, según recoge el fiscal en su calificación de los hechos, Agustín y Mariano Martín Flores llegaron al bar Desmarque de Guijo de Coria, "portando el primero de ellos una escopeta de caza, cargada, desenfundada y colocada ya en disposición de disparar, y gritando "te vamos a matar, sal de ahí hijo de puta que te vamos a matar"". Accedieron a un patio del bar en el que su víctima se encontraba jugando al parchís y "al tiempo que Agustín le apuntaba con el arma a la cabeza se levantó de la silla, impactándole el disparo en la pierna derecha".

El agredido se arrastró hasta un almacén donde se refugió, "mientras los acusados abandonaban rápidamente el local no sin antes advertir al público existente que todavía les quedaba un cartucho y que no dijeran nada de lo que habían visto".