El vigilante del Polígono Industrial Las Capellanías alertó por teléfono a la policía sobre un fuerte olor tóxico en las proximidades de una nave. Eran las tres menos cuarto de la madrugada del lunes al martes. Pocos minutos después llegaron al lugar dos dotaciones de bomberos del parque del Sepei, efectivos de la policía local y una unidad medicalizada del servicio 112, avisado también por un trabajador del polígono que afirmó que respiraba con dificultad debido a un olor bastante fuerte en la zona.

Según la información de policía y bomberos, las dotaciones comprobaron que provenía de una nave dedicada al tratamiento de piscinas. Los bomberos entraron en la empresa con sus equipos autónomos de protección y descubrieron que se trataba de un pequeño escape de hipoclorito sódico, sustancia almacenada en unas bombonas, por lo que procedieron a ventilar el interior y continuaron en la zona realizando tareas de control.

LOS OPERARIOS, LEVES Mientras, los facultativos del Servicio de Urgencias y Emergencias 112 asistieron a dos trabajadores de una nave muy próxima que habían inhalado la sustancia y sentían malestar. Su pronóstico fue leve y recibieron el alta en el lugar del incidente. Según el parte del 112, el problema estaba solventado hacia las 4.40 horas.

Sin embargo, el propietario de la empresa afirmó ayer a EL PERIODICO que en su nave no había ocurrido ningún incidente. "La utilizo simplemente como almacén de materiales de construcción. Yo mismo acompañé a los bomberos y no vimos nada extraño. El cloro lo guardamos en la fábrica, también en Las Capellanías, pero bastante alejada, a unos 400 metros", dijo. El empresario agregó que los trabajadores intoxicados estaban descargando paquetes en el interior de una nave cercana con un camión en marcha, "quizás por eso se sintieron mal", señaló.