Las dos obras que se presentaron ayer en la Feria del Libro de Cáceres tienen algo en común: rescatan el pasado y han sido publicadas por la Institución Cultural el Brocense. Francisco Cillán, profesor cacereño, ha recuperado en Rimas de la tercera infancia y de la juventud las viejas canciones de los jóvenes de la localidad de Puerto de Santa Cruz que forman parte de su tradición oral y que, para el autor, suponen una forma lúdica de aprendizaje.

Felipe Cabezas Granado (Badajoz, 1966) hace lo propio con la figura de su abuelo en Felipe Granado. Un socialista cacereño en las Cortes de la II República . Felipe Granado nació en Extremadura aunque tuvo que emigrar a Navarra. Llegó a ser diputado del Partido Socialista pero casi un mes después de comenzar la guerra civil, murió fusilado cerca de Garrovillas y sobre uno de los puentes del río Tajo.

Los actos de la feria del libro concluyeron ayer con el relato de la historia de Albert Wensbourgh que hizo María Vallejo-Nájera y de la que ha dejado constancia en papel en el libro Un mensajero en la noche (editorial Belacqua).

Esta escritora, afincada en el Reino Unido, narra en su libro la espectacular conversión que experimentó este recluso en la cárcel, pasando de un individuo altamente peligroso a un ser piadoso y de extrema bondad, tanto que acabó siendo monje benedictino en un convento londinense. Vallejo-Nájera recoge el testimonio del propio Wensbourgh.