Cuando Joaquín Villegas, un vecino de Aldea Moret, paseaba con sus perras Estrella y Saeta el miércoles por las viejas instalaciones de Campsa, junto a la gasolinera del Pasarón, no podía imaginar que sus podencas acabarían siendo protagonistas de una historia de película, de un drama, eso sí, con final feliz.

En torno a las 16.00, los animales se quedaron atrapados en el interior de una antigua canalización subterránea de gas, junto a la carretera de Mérida, mientras perseguían conejos. El dueño oía los ladridos y quejidos de los canes, pero ni los veía ni podía auxiliarles.

En la mañana de ayer, tras una noche de cierta angustia de Joaquín, el propietario de las podencas, los bomberos y la policía local, apoyados por una excavadora, trabajaron durante horas para localizarlas y rescatarlas, hecho que ocurrió pasadas las 15.00, casi un día después.

Antes del feliz desenlace, el equipo de rescate excavó en varios puntos donde podrían estar las perras y cortó con una radial la tubería de acero, sin embargo las podencas fueron rescatadas en el otro extremo de la canalización en la que entraron persiguiendo su presa.