Las comparaciones son odiosas, y también inevitables cuando una artista toma el papel que unos días antes defendía otra artista que decidió abandonar el espectáculo. "No tengo nada que decir, solo quiero dejar claro que no tengo nada que ver ya con ese montaje". Son las palabras de Pilar Boyero al preguntarle este diario por su decisión de abandonar La última copla , el espectáculo de Al Revés Producciones en el que ha trabajado durante casi un año y que dejó hace una semana junto a otros dos integrantes de la compañía, el actor Rubén Arca y el guitarrista Aurelio Gallardo. La tonadillera que ahora la sustituye es Raquel Palma.

La artista huye de la comparación que desde hace años la une, precisamente, a la bata de cola que se ha incorporado al espectáculo tras su salida; así como de explicar las razones que le llevaron a abandonar el montaje unos días antes de llegar al Gran Teatro, cuando se presentaba la obra en la Muestra de Artes Escénicas de Extremadura, el foro en el que los programadores de teatro ven las producciones propuestas por la Red de Teatros.

Sí lo hace Rubén Arcas, el actor que abandonó el montaje junto a ella: "No ha sido porque sí. Había motivos y algunos muy importantes, como que durante un año hemos trabajado con promesas que no se han llegado a cumplir", afirma. En todo caso las diferencias con su director, Pablo Pérez de Lazárraga, fueron mermando la relación. Tanto que una semana antes de llegar al Gran Teatro, decidieron dejar el musical. "No hemos dejado tirado a nadie, quiero que eso quede muy claro, porque en estos días lo he escuchado muchas veces. No hemos dejado a nadie en la estacada", subraya Arcas. Y eso que reconoce que fue una decisión que debió meditar mucho, porque la del pasado 16 de noviembre iba a ser la primera vez que subiera al escenario del Gran Teatro. "No podíamos seguir", añade.

Diferencias

Por su parte, Pablo Pérez señala sobre el abandono de Pilar Boyero que simplemente "había planteamientos diferentes, pero --dice-- no estamos enfrentados". Insiste en que "no ha habido problemas" y que la razón por la que esta decidió abandonar el montaje era "porque tenía otros compromisos y decidió que quería centrarse en ellos".

Su decisión abrió la puerta a Raquel Palma, que sustituyó a Pilar Boyero como coprotagonista --junto a JC Corrales, de La Botika-- de la obra en la que se rinde homenaje a la figura de Miguel de Molina. "Solo tuve una semana para preparar el papel, pero todas las críticas de los expertos fueron muy positivas". Y añade sobre su estreno en el Gran Teatro: "incluso me comentaron que les sorprendía que hubiera logrado prepararlo en tan poco tiempo". Palma asegura que ha tenido "una gran acogida por parte de mis compañeros, que en todo momento estuvieron muy pendientes de mí y de otro actor que se incorporó".

Si no se produce ningún cambio, Palma será quien ponga voz a Ojos Verdes , La bien pagá o Sevillanas del espartero en el musical con texto del dramaturgo Miguel Murillo, que aborda la estancia Miguel de Molina en Cáceres durante los años 40, cuando fue deportado por su orientación homosexual.

Sobre su predecesora, "no sé por qué nos comparan", señala. Y afirma: "yo no voy a compararme con ella y me gustaría que la gente dejara de hacerlo, porque llevamos caminos diferentes", resuelve Palma.

Sin embargo, en el mundo de la copla nunca han faltado las equiparaciones entre sus protagonistas: Concha Piquer y Rocío Jurado (y sus consabidas diferencias) o entre esta e Isabel Pantoja, aunque nunca hablaran claramente de ello... Así que la comparación entre Boyero y Palma y los deseos de ambas de que no existan, no son una excepción. Más aún cuando por calles y redes sociales pasean Boyeristas y Palmistas .