El dueño de los 28 caballos que fueron hallados por la policía local sin comida ni agua en una parcela del polígono de La Mejostilla negó ayer que tuviera abandonados a los animales y dijo que presentaban ese estado porque los compró "enfermos" el pasado verano con la intención de "engordarlos" para así poder venderlos después.

Antonio Rodríguez Mozo, de 24 años, aseguró a este diario que el potro que los agentes encontraron muerto no es suyo y que se trata "de una broma de alguien que lo había metido en la finca". El joven, que reconoció que ya fue denunciado el año pasado, aseguró que de los 28 caballos solo dos estaban "delgados" y que en las instalaciones "abundan más los que están gordos".

El dueño de los caballos indicó que antes de que la policía localizara a los animales estaba esperando un tráiler procedente de Valladolid con 20.000 kilos de paja para alimentarlos. "Tienen comida y agua", indicó Rodríguez, que afirmó que los compró, sin dar precios, "a particulares que no los querían porque estaban malos y había que desparasitarlos" con el objetivo "de que cogieran peso". El tratante cacereño manifestó que los animales seguían ayer en la finca y que no tenía previsto moverlos de donde están hasta que no se recuperen. "Niego todo de lo que me están acusando", concluyó.

Por su parte, la Junta de Extremadura anunció ayer la apertura de una investigación tras el hallazgo el pasado martes de los caballos en el cortijo La Montaña de la Mejostilla. La Consejería de Agricultura informó de que técnicos de la Dirección General de Explotaciones Agrarias y Calidad Alimentaria habían inspeccionado las instalaciones tras haber tenido conocimiento de la situación de los animales a través de lo publicado en este diario.

PRECEDENTE Fuentes de este departamento aseguraron que ayer por la mañana se pusieron en contacto con la policía local para localizar la explotación en la que coincidieron con el propietario de los animales. María Curiel, directora general de Explotaciones Agrarias, manifestó en declaraciones al informativo territorial de TVE que el equipo de inspectores encontró animales que, "en principio, presentaban un estado de delgadez que puede llevar a pensar que no han sido alimentados correctamente", aunque pidió "cautela hasta que se reciban todos los informes del equipo inspector".

La Junta confirmó también que a Antonio Rodríguez Mozo, propietario de los animales, se le abrió el año pasado un expediente de sanción, ya resuelto, por una falta muy grave debido a hechos similares que no ha podido ejecutarse aún porque la Fiscalía solicitó informes y se paralizó el procedimiento administrativo hasta que se resuelva por la vía penal. La dirección general no pudo precisar ayer a cuánto ascendió aquella multa, aunque la Ley de Protección de los Animales de Extremadura establece sanciones que oscilan entre los 1.501 y 15.025 euros por infracciones muy graves. Mantenerlos desnutridos está considerado grave, de 301 a 1.500 euros.