La situación de abandono del edificio de la plaza de las Canterías que alberga los restos del primer escenario estable cacereño, el teatro Principal, persiste. Los okupas han vuelto a habitarlo en los últimos días a pesar de las medidas de cerramiento provisional adoptadas en febrero, según han denunciado a este diario algunos vecinos y de cuya queja se hizo ayer eco el concejal socialista Miguel Hurtado en el pleno del ayuntamiento.

Precisamente a raíz del ruego que expuso este edil en la sesión plenaria, para solicitar un cerramiento más adecuado del solar que impida de forma eficaz su ocupación por "intrusos", el alcalde, José María Saponi, anunció el interés del consistorio en adquirir el inmueble.

En este sentido, aseguró que el ayuntamiento había realizado una oferta de compra, que no ha obtenido de momento respuesta, a sus actuales propietarios --la familia Alonso, que regentó en los números 8, 14 y 16 la popular panadería de la Romualda --. Uno de los cuatro propietarios del edificio confirmó que había habido una propuesta de compra "pero oficiosa, no oficial" y "no personalmente" a la propiedad, sin querer entrar en más detalles.

POSIBLE PERMUTA Saponi señaló que una de las opciones que se estudian es la permuta del solar por otro, aunque no especificó cuál. Sí reiteró la intención del ayuntamiento de limpiar y rehabilitar el edificio en cuanto sea municipal.

Hasta que eso sea un hecho, la realidad es que el inmueble sufre un grave deterioro por su estado de abandono. A finales de febrero y tras un incendio que afectó a una parte del inmueble, el ayuntamiento adoptó algunas medidas para proteger el solar, como el cerramiento con mallas metálicas del perímetro. También la empresa Prinsa, propietaria de otra parte del solar --los números 4, 6, 10 y 12--, levantó un tabique para evitar su ocupación.

La otra parte del edificio de la familia Alonso permanece abierta y las vallas metálicas que tienen acordonado el perímetro del solar son insuficientes. De hecho, el acceso no es complicado, basta con separar dos de las vallas. Desde el exterior puede verse aún mobiliario viejo en su interior y parte de la arcada del teatro, aunque ayer por la mañana no se detectaba la presencia de ninguna persona dentro.

Los vecinos más próximos han denunciado repetidamente el peligro que supone el solar. De hecho, el incendio que se declaró el 14 de febrero estuvo a punto de alcanzar un depósito de gas de un bloque colindante. Cuando se inició el fuego, una pareja dormía en su interior.