Educar para la igualdad respetando las diferencias ha sido una de las asignaturas impartida durante cinco meses en siete centros educativos, tres de la capital cacereña y uno de Arroyomolinos, Malpartida de Cáceres, Alcuéscar y Casar.

En el seminario, organizado por el Centro de Profesores y Recursos de Cáceres (CPRC), en colaboración con el Instituto de la Mujer de Extremadura, han participado un total de 495 alumnos y 31 profesores, que a través de charlas, estudios y trabajos de investigación se han adentrado en el problema de la violencia doméstica, para intentar ponerle freno.

El CPRC y el Instituto de la Mujer llevan desde 1994 desarrollando esta actividad formativa, de tipo presencial y participativa. Se tratan en ella temas muy dispares, y "este año se optó por la violencia doméstica por ser, por desgracia, un tema muy de actualidad y que consideramos, por su gravedad, que el alumnado debe conocer para, salvando desigualdades de género y respetando diferencias, evitarlo en su futuro", indicó su coordinadora, Angela Talavero.

El objetivo, prevenir las actitudes violentas y discriminatorias que se dan en el ámbito familiar, escolar y en la sociedad en general; y el resultado, importante, pues se ha demostrado que para cambiar ciertas conductas y actitudes educar en las aulas es fundamental.

Así lo han valorado los propios alumnos, en muchos de los cuales, sobre todo chicos, se apreció al inicio de la actividad una dicotomía, "ven mal la violencia doméstica, ven bien la igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer..., pero siempre con ciertos signos machistas", algo que al concluirla no era ya tan apreciable. "La opinión general de los chicos al terminar este seminario escolar es que la sociedad sigue siendo muy machista, y que es necesario acabar con las conductas machistas y sexistas si se quiere acabar con la violencia doméstica".