El PP en el ayuntamiento, tanto en la etapa del ex alcalde José María Saponi como en la actual de Elena Nevado, siempre se ha opuesto a la solución de Portaje para abastecer de agua a Cáceres. La novedad está en que ahora este rechazo se recoge en una moción que el pleno de la corporación, en el que el PP tiene mayoría, aprobará pasado mañana. En esta moción se solicita que la ciudad cuente en un futuro con un abastecimiento que no sea el trasvase de Portaje al Guadiloba, sino una nueva presa, que se retome el estudio de hacerla en el Almonte, y que no se repercuta sobre el recibo de los cacereños ni sobre el ayuntamiento el coste del trasvase de Portaje si al final se abastece a Cáceres con esta conducción de 65 kilómetros y con varios bombeos, con el coste energético que conlleva.

Las posibilidades de que se retome la construcción de una presa sobre el Almonte chocan contra la declaración de impacto ambiental que lo desestimó por afectar a 5 normativas ambientales. La posibilidad de que se desestime el trasvase de Portaje choca contra la inversión ya hecha, con más de un 75% de la obra acometida el pasado octubre, según el Ministerio de Medio Ambiente. Y la demanda de que no se repercuta el coste y la utilización de las obras sobre los beneficiados por las mismas choca contra la Ley de Aguas.

Pero lo cierto es que esta obra ha tenido numerosos retrasos (se adjudicó en 2007, el plazo actual de este contrato acaba en junio de 2014, pero se tendrá que ampliar tras haberse presentado un proyecto complementario que se debe adjudicar y ejecutar y que tiene un plazo de catorce meses). Además su coste se ha incrementado al pasar de 40,4 millones, en la adjudicación de 2007, a 61,5. A esto se añade que la inversión, el uso y el 50% del coste de la presa de Portaje, a pesar de que está hecha desde 1986, se repercutirán en los usuarios que se beneficien de este sistema.

En su primer año de uso, la tarifa de utilización que se aplicaría sobre cada mil litros sería de 36 céntimos si se trasvasasen 7,5 hectómetros cúbicos, y 19 si fuesen 15 hectómetros cúbicos, según los cálculos que se incluyen en el expediente del proyecto complementario. Si estas cantidades se sumasen a los precios medios que se pagan en Cáceres por cada mil litros (88 céntimos), la subida en el primer caso sería de un 40% y en el segundo quedaría en un 21%. El precio medio de la tarifa, a la que hay que sumar el canon de regulación, en los 25 años en los que se amortizaría el coste de la inversión es de 21 céntimos (para un trasvase de 7,5 hectómetros cúbicos) y 11 (para un trasvase de 15). La subida sería del 24 y el 12%.

El portavoz del gobierno, Valentín Pacheco, explicó ayer que con la moción se pretende que Cáceres tenga otra solución de abastecimiento de cara al futuro, que se haga una nueva presa, bien en el río Almonte, como se recogió en el plan hidrológico, o donde se determine. Si esto no fuera posible, se demanda que el trasvase de Portaje esté finalizado entre los años 2014 y 2015.

Sobre la solicitud de que el coste, uso y mantenimiento de las obras no se repercutan en el recibo de los cacereños, destacó que lo que se pide es que se hagan los cambios legislativos para que no se aplique la Ley de Aguas.