Será cuestión de ideas, pero también de presupuesto. El ayuntamiento comenzará a evaluar la próxima semana propuestas de empresas interesadas en continuar con los actos conmemorativos de la Feria de San Miguel, una de las dos que tenía antiguamente la ciudad. El equipo de gobierno evaluará las propuestas de empresas interesadas en llevar a cabo montajes similares a los que se desarrollaron el pasado mes de septiembre en el paseo de Cánovas, con el ánimo de recuperar el ambiente festivo de esos días.

Lo que se hizo entonces fue instalar un mercadillo de artesanía similar al que en otros momentos se ubica en la ciudad monumental, aunque en este caso con ambientación goyesca, ya que la conmemoración coincidía con actos del bicentenario de la la Guerra de la Independencia. Contaba con un centenar de puestos, muchos de ellos de comida. El vestuario de las personas que estaban al frente de los mismos recordaba las vestimentas de finales del siglo XVIII, y había pasacalles con música, dramatizaciones, y desfiles de soldados que recreaban los de las tropas de Napoleón. Cerca de 40 actores de tres compañías diferentes escenificaron durante cinco días (del 25 al 29 de septiembre) luchas entre tropas, espectáculos de fuego o animaciones musicales. El programa contó con un festejo taurino en el que el diestro cacereño Manolo Bejarano se despidió de los ruedos.

La feria de San Miguel ha sido la olvidada de las dos que antiguamente se llevaban a cabo en la ciudad. En su origen se trataban de ferias de ganado en las que se cerraban importantes operaciones de compraventa de animales. Con el tiempo, permaneció la de San Fernando, la que actualmente se celebra a finales de mayo con un carácter y programa fundamentalmente lúdico, en perjuicio de la de San Miguel, que acabó por extinguirse.