El Bloque C de la calle Ródano es otra de las grandes incógnitas de la actual legislatura. Lleva ya dos años cerrado, pero el ayuntamiento aún no ha decidido cuál será su futuro. "Lo estamos estudiando y todavía no se ha tomado ninguna decisión", dijeron desde el gobierno municipal. La concejalía de Asuntos Sociales no se pronunció sobre el tema: "no va haber declaraciones", respondieron a este diario tras ser preguntados sobre este tema. No aclaran tampoco si sigue en pie la opción de convertirlo en geriátrico --para la que sería necesario buscar inversores-- o si, por el contrario, se ha pensado en otra utilización.

El futuro del bloque más castigado por la delincuencia en la historia de la ciudad vuelve de nuevo a estar en el aire. Después de que quedara completamente tapiado y las familias que vivían allí de manera legal fueran realojadas en otros edificios de la zona --ocurrió en octubre del 2009-- comenzaron a barajarse varias opciones. La que más fuerza cobró entonces entre los políticos cacereños fue la de convertirlo en un geriátrico para dotar así de este servicio al barrio de Aldea Moret. Con esta alternativa estaban de acuerdo tanto los socialistas --que entonces gobernaban Cáceres-- y los populares. Estos últimos llegaron incluso a presentar un proyecto de un centro de mayores en el inmueble, cifrado en 4,2 millones de euros. Ni siquiera sobre la puesta en marcha de este informe quiso hacer referencia el actual ayuntamiento.

200 PLAZAS

La idea de construir un lugar de ancianos fue tomada de otros geriátricos, como el del seminario, de la calle Héroes de Baler. En este caso la Iglesia cedió parte de sus terrenos para su creación, que lo llevó a cabo y lo sufragó el grupo empresarial Care, dedicado a gestionar estos centros de mayores, y Sodiex (Sociedad para el desarrollo Industrial de Extremadura). Algo parecido es lo que pretendía en ese momento el gobierno local, ceder ese espacio a inversores privados para que potenciaran la iniciativa, aplaudida por la mayoría de los vecinos del barrio, que aprovecharon el momento para pedir un espacio para sus mayores. El proyecto del geriátrico contemplaba una capacidad para 200 ancianos, pero su inversión era muy elevada y el ayuntamiento no tenía fondos para hacer frente a ella. De ahí la necesidad de buscar dinero privado.

BASURA

El tapiado del edificio supuso un gran alivio para los vecinos de la zona, que estaban cansados de ver de cerca la venta de droga y la suciedad que en él se generaba. Sin embargo, muchos de ellos aseguran que el tránsito de algunos inquilinos en el interior del inmueble no ha cesado. De hecho, algunas ventanas continúan abiertas y la suciedad sigue acumulándose en su interior, que continúa siendo un foco de infecciones. No hay que olvidar que en el momento de su desalojo, los operarios de Conyser llegaron a retirar de las zonas comunes --patios, pasillos y garajes-- 12 toneladas de basura en estado de putrefacción.

Y es que, aunque parezca que el edificio haya pasado a la historia de los periódicos y de los cacereños tras su cierre --antes centraban portadas prácticamente todos los meses--, solo lo ha hecho para unos cuantos, para los que no están allí, porque los vecinos de Aldea Moret siguen viendo a diario la imagen de este edificio "muy deteriorado", como califican algunos de ellos.