Teodora Castro, o como la conoce todo el mundo, Tedo (Zarza de Granadilla, 1959), es una maestra con una larga tradición feminista. Fruto de su tesis doctoral, ha publicado con el apoyo de la Consejería de Igualdad, Itinerarios de poder y liderazgo. La voz de las mujeres, un libro en el que analiza los caminos hacia el empoderamiento femenino. Ayer lo presentó en la Casa de la Mujer de Cáceres, en un acto al que acudieron la vicepresidenta regional, Isabel Gil Rosiña, y la consejera de Igualdad, Leire Iglesias.

-¿Es su primer libro?

-Sí y quizá el último, bueno, eso nunca se sabe. Es fruto de mi tesis doctoral, que presenté en 2016. Aunque he cambiado un poco el formato, es menos academicista.

-¿Y cuáles son esos itinerarios de los que habla en su libro?

-Hemos partido de una constatación, la ausencia de mujeres en puestos de poder y liderazgo, por ejemplo, en el Ibex 35 o en las presidencias nacionales y regionales, rectoras, etc.. Partiendo de aquí, hemos querido ver a través de diez mujeres de la región del ámbito político, económico y social, que han llegado a la máxima responsabilidad, pero no a la última, el camino que han seguido para lograrlo.

-¿Y quiénes son esas mujeres?

-No se dice en el libro, yo hice un compromiso de confidencialidad cuando les hice las entrevistas, porque le hacía preguntas muy personales.

-¿Y qué camino siguieron esas mujeres?

-Pues mira, partimos de la idea de que para acceder al poder, hay que participar, tienes que estar. Si es en el ámbito político, tienes que ser militante; en el académico, profesora, etc.. Y ahí está la primera dificultad

-Pero las mujeres participamos en un montón de asociaciones, colectivos...

-Sí, en el ámbito social y cultural, pero no en el político o el económico. También es verdad que la participación es una opción personal, pero es que las estructuras de las empresas o de los partidos no favorecen la participación de las mujeres. Por la disponibilidad temporal, las reuniones empiezan a las 8 de la tarde, por lo que duran y nosotras seguimos asumiendo las tareas de la casa y el cuidado de los hijos. Además, hemos tenido menos presencia pública.

-¿Y qué conclusiones saca en su libro?

-Que hace falta cultura de la participación para llegar a ser una sociedad democrática y que esta, así como el liderazgo, se aprenden. Además, que el empoderamiento feminista es una forma de transformación de la situación de la mujer.