Este joven vive en una de las zonas con más transito de la zona centro, tanto de día como de noche, la calle Gabriel y Galán. A pesar de que su piso está sobre un local de copas "el que más molesta es el que está en frente, porque la música está demasiado alta y porque la puerta permanece abierta toda la noche".

Con 26 años, Raúl Caballero reconoce que lo peor llega con la época de exámenes, cuando "el pum-pum de los graves de los locales que hay --bajo su casa y en frente-- se te mete en la cabeza y te machaca cuando necesitas descansar para estudiar" . El resto del tiempo "te armas de paciencia", explica con resignación, y añade que "no es tan importante el horario como que insonoricen" bien.

Sobre la posible reforma del ocio cree que puede ser positivo, pero considera que no servirá de nada una reforma sin "buena disposición de los hosteleros y un poco de civismo".