El ayuntamiento ha suspendido el servicio de alquiler de bicicletas por el elevado coste de su mantenimiento, más de 6.000 euros al mes. Las bases no podrán usarse hasta que se concesione la actividad, pero antes el gobierno local necesitará preparar un pliego de condiciones, publicar el concurso público y adjudicarlo. Mientras tanto, ayer se retiraron las bicicletas de las bases y las máquinas de alquiler permanecían apagadas.

"De esta forma se espera regularizar este servicio para que funcione con un contrato definido y unas reglas de juego bien marcadas, con obligaciones y deberes, puesto que la situación actual era de precariedad", explicó ayer el ayuntamiento. Y añadió que "la decisión tomada por el equipo de gobierno atiende al interés de que la regulación sea clara y con absoluta seguridad jurídica, como es la convocatoria de un concurso público, para un servicio que ahora está costando algo más de 6.000 euros al mes a las arcas municipales".

No se trata de la primera vez que este servicio sufre un parón. Ya lo tuvo en julio del 2010 cuando el primer gestor del mismo, el Instituto Tecnológico de León, abandonó la explotación al cumplirse su contrato, seis meses después de que las bicicletas públicas llegaran a la ciudad. En aquel momento, el anterior ejecutivo decidió formalizar un contrato de mantenimiento con la empresa Sice (que gestionaba también los semáforos). El convenio tenía una validez hasta el mes de noviembre del 2010, pendiente, ya entonces, de que saliera un concurso público para la explotación del mismo. Dicho certamen no llegó a convocarse por lo que la empresa ha seguido desarrollando esas labores de mantenimiento de las bicicletas "sin una definición clara de las contraprestaciones y obligaciones", aseguró el ayuntamiento.

El elevado coste de mantenimiento ha sido el principal problema desde el comienzo del servicio. De hecho, el anterior gobierno municipal llegó a plantearse que la actividad pudiera autogestionarse a través de inserciones publicitarias.

CARRILES BICI El cese del sistema público surge meses después de la inauguración del nuevo carril bici, cinco kilómetros que unen la barriada de Castellanos con el recinto ferial, una obra financiada con el antiguo Plan E y que costó 500.000 euros. Hasta el momento Cáceres cuenta con 12 kilómetros de carril bici y la idea del actual gobierno era construir una ciudad pensada para este tipo de transporte mediante el arreglo de aceras y calles.

'Bicici', como se llama el servicio de bicicletas municipales, contaba con casi 200 socios, tenía 160 bicis y once paradas repartidas por la ciudad, situadas en la avenida Cervantes, Hispanidad, complejo San Francisco, edificio Valhondo, campus, calle San Petersburgo, avenida Cervantes, ciudad deportiva, calle de la Higuelilla, Acuario y avenida de España. Las estaciones continúan ancladas en el suelo, pero ya no hay rastro de las bicicletas. Los socios podrán devolver sus abonos y se les reembolsará el depósito de 12 euros que dieron al darse de alta. Todas las reclamaciones se llevarán a cabo en la jefatura de la policía local, junto a Renfe.