A esta brasileña afincada en Francia le ha gustado vivir en un palacio durante su estancia en Cáceres. Con una trayectoria marcada por el jazz y la música brasileña, Tania María recordó ayer con las canciones de su último disco titulado Intimidade el tributo a sus padres con los que aprendió a cantar en las fiestas de los domingos. "Lo más difícil para un músico es hablar de su música", dijo.

Su participación en el Womad de Cáceres también ha sido un reto porque, apuntó, "es un encuentro de las músicas del mundo y no se parece a un festival de jazz o de otras músicas".

Para la vocalista, que apuesta por un ambiente envolvente e íntimo en sus conciertos, el Womad ha supuesto "una obra humanitaria" y una manera de descubrir la "monumentalidad" del casco antiguo, donde ayer se escucharon sus canciones con ritmos brasileños y caribeños junto a la libertad del jazz.