El primer disco que llegó a sus manos fue uno de Enrique y Ana, los del célebre Cocoguagua . Era el sueño cumplido de esa niña que luego se convertiría en alcaldesa de Cáceres y que le había pedido a los Reyes la Navidad de 1978 el último trabajo de aquella pareja que hacía furor en Aplauso , mítico programa de televisión. Elena Nevado, adicta desde pequeña a la música y a los conciertos, se ha atrevido a ser dj (pinchadiscos que se decía antes), al menos por una noche. Será hoy, en la Sala Carpe Diem, de La Madrila Alta, donde ha sido invitada a pinchar en la fiesta de presentación del festival Europa Sur. La acompañarán otras mujeres, entre ellas la pintora Abigail Narváez. o la fotógrafa Maribel Blanco. La actuación de la alcaldesa será a partir de las doce de la noche.

"¿Que por qué acepté? Porque soy muy osada", asegura Elena. "Lo cierto es que Juan Pedro González (organizador del festival) me lo propuso hace unos meses, le dije que sí, y yo siempre cumplo mi palabra. Además, estoy encantada y me parece una cosa muy divertida". Nevado acudirá a la cita en vaqueros, la ropa que más cómoda le resulta y con la que suele vestir los fines de semana. Y entre los discos que el público escuchará: toda una selección del pop de los 80 y 90, "la época dorada de mi juventud", recuerda.

Así que en su repertorio no faltarán Loquillo, La Guardia, Radio Futura, Sabina (que es de sus preferidos), y hasta María Jiménez ("porque a mí siendo música me gusta ", confiesa entre risas). También estarán presentes en los platillos, cómo no, Los Secretos, Alaska y Dinarama (Mil campanas suenan en mi corazón ), Duncan Dhu y sus Cien gaviotas , y hasta los Rollings y Michael Jackson, artista éste último al que la alcaldesa vio en un concierto que ofreció en Madrid.

Pero el concierto que Nevado no olvidará nunca es el que Mecano dio en Plasencia. "Ya los habíamos visto en Cáceres, pero fuimos también a Plasencia con el Seat Panda de mi amiga Celia, que fue la primera en sacarse el carnet. Estábamos Yiyi, Cristina Izquierdo, Silvia García Casenave, mi hermana María José... Recuerdo aquella noche con nostalgia".

La movida

Ya en la ciudad, Elena disfrutaba de la movida cacereña, que en aquellos años vivía una etapa floreciente y era conocida en toda España. A primera hora frecuentaba El Chicha, que estaba en Santiago, y El Caquero. Luego, la plaza Mayor. Acudían al Duque, con sus famosos taponazos , y al Mesón Extremeño, con sus no menos famosos Sansones , que ahora se llaman macetas . Y por supuesto, a La Gata Flora, que estaba al lado del Capitol.

Luego tocaba subir a La Madrila, siempre y cuando los padres hicieran la vista gorda con el horario. Acudía al Tubos, que estaba en La Madrila Alta. En La Madrila Baja era habitual el Por Ejemplo, el Blues, El Que Faltaba... y tantos otros.

Elena Nevado era muy bailona , sobre todo cuando pinchaban Mecano, La chica de ayer y el mítico Déjame de Los Secretos, "que entonces salíamos corriendo a la pista".

La de hoy no será la primera vez que pinche música. Ya lo hacía en las fiestas adolescentes que preparaban sus amigos. Pero esta noche será si cabe más especial. Estarán sus amigas y comenzará a las 12 de la noche, hora en la que precisamente su marido, Moncho Notario, cumple años. "Espero que podamos ponerle el cumpleaños feliz", dice Elena horas antes de la gran cita.