La geometría y la materia nos llevan a visualizar en la obra de Ramón Sánchez un mundo de ´Elipses´, a caballo entre lo real y lo irreal, entre la prosa y la poesía, el ser y el no ser, en definitiva busca atmósferas imaginarias pero no irreales, es su realidad plástica, que se siente íntimamente unida al día a día de su concepto de belleza y su visión creativa. Es una recreación espontánea de ´su´ pincel que lleva al espectador a una complicidad íntima donde participa sin ambajes de ese espíritu sensible y nada convencional que aflora en sus trabajos con extraordinaria sencillez lineal que no le impide profundizar en la esencia de la obra, que como relata el autor le lleva a una relación ´Elipses-Vectores´ que nos traslada a nuevas realidades, encontrando nuevas dimensiones que exceden de los límites del autor, del espectador, en definitiva del ser humano.

Juega y busca a través del temple al huevo, del óleo, de la pintura acrílica... y consigue esa originalidad, siendo su camino hacia lo bello captado por la retina del espectador algo sublime que envuelve al alma y al ojo y no los separa. Es esa figuración que descontextualiza y personaliza. Es lo matérico y lo espiritual, es arte que va del postimpresionismo a nuestras vanguardias. De esta forma, los aspectos oníricos y simbólicos se recrean en elementos compositivos propios de la abstracción y nos sumergen en un universo de imágenes desde lo puramente táctil de la erosión que se apodera de la superficie hasta la percepción más lejana. Y en ese túnel nos adentramos tanto como queramos soñar, incluso trascenderemos ismos y modas, lo que nos acerca a la creación pura. La exposición se puede ver en el Colegio de Aparejadores de Cáceres.