EDAD 25 AÑOS

NACIO EN CACERES

TRAYECTORIA COMENZO A TOREAR A LOS 15 AÑOS Y DOS AÑOS DESPUES DEBUTO CON TRAJE DE LUCES

El matador de toros cacereño, Emilio de Justo, recibió ayer, por parte del Club Taurino Cacereño, el premio Angelete por la mejor faena realizada el 31 de mayo, durante la Feria de San Fernando. Galardón por el que confiesa sentirse muy orgulloso y satisfecho porque "los premios de tu tierra --dice-- son los que te hacen seguir adelante".

--¿De dónde le viene su afición a los toros?

--Desde pequeño los toreros eran los héroes de mis dibujos. Es un mundo muy misterioso. En mi familia nadie es aficionado, pero a mí me encantaba ver reportajes de toros.

--¿Se acuerda del primer día que salió al ruedo?

--Tenía 16 años. Fue en Valdencín, una pedanía de Torrejoncillo, allí toreé la primera becerra en público. Tuve unas sensaciones muy bonitas.

--¿Ha sentido miedo alguna vez?

--Sí, pero más que miedo al toro, miedo a no hacerlo bien y a no cumplir con las expectativas que tiene el público.

--¿Es supersticioso?

--Sí, nunca me visto de amarillo y cuando me visto de torero empiezo por el lado izquierdo.

--¿Ha tenido que renunciar a muchas cosas?

--Sí. Inviertes en este mundo toda tu juventud. Nunca pude salir de fiesta con mis amigos cuando era más joven. Si quieres ser torero sabes que hay muchas cosas que no puedes hacer.

--¿Se arrepiente?

--No. Ser torero es lo más grande. Esta profesión es muy bonita porque siempre estás marcándote metas. Gracias a este oficio he madurado mucho como persona.

--¿Qué significa este premio para usted?

--Esa tarde corté tres orejas junto a Cayetano y El Fandi. Premios así llenan de ilusión y de moral para seguir luchando.

--¿Tiene otras aficiones?

--Soy forofo del Real Madrid y del flamenco.

--¿Cuál es su sueño?

--Llegar a ser algún día torero profesional, ese es el sueño que he tenido siempre. Aunque soy consciente de que aún me queda mucho por recorrer.