El novillero cacereño Emilio de Justo derrochó tesón y buenas maneras ayer en la plaza de toros de Barcelona, con un cuarto de entrada, pero no logró trofeos pese a que en su primero toro el público pidió insistentemente la oreja.

La novillada se presentaba interesante con toros de El Zurguen y los diestros Emilio de Justo, El Jose e Iván Fandiño. Sin embargo, los astados no estuvieron a la altura y la terna se fue de vacío.

En su primero, de 490 kilos, De Justo hizo lo que pudo con un toro despistado y con malas hechuras. Tras una estocada casi entera, dio la vuelta al ruedo con aplausos. Su segundo, de 510 kilos, se presentó con mejor planta, pero De Justo tampoco pudo sacarle los buenos pases que lleva dentro. Le dio muerte después de tres pinchazos y una estocada casi entera. Próximamente, el novillero toreará en Valencia y Madrid.