Emilio de Justo triunfó en la fiesta del patrón en una tarde desagradable, con mucho viento sobre todo a partir de tercer novillo. De Justo cortó cuatro orejas a los astados de Antonio López Gibaja, ganadería de Oliva de Plasencia. El primero de su lote, eral de 420 kilos, lo recibió con el capote ajustando unas verónicas de cartel. Con la muleta estuvo espléndido, con tres tandas con la derecha y dos de naturales. Con un toreo despacio logró sacar lo que tenía a este novillo noble, pero que fue perdiendo fuerza a lo largo de la faena. Lo mató de gran estoconazo cortando dos orejas de ley.

El quinto de la tarde, segundo de su lote de 450 kilos, lo recibió por verónicas cerrando con una gran media. La brega estuvo bastante desastrosa, pero cuando llegó la muleta volvió el duende, levantando al respetable del tendido. Estuvo fino, toreó despacio con unos redondos magníficos, llenos de arte, mató de una estocada casi entera, rodando el novillo sin puntilla. El de Gibaja fue aplaudido en el arrastre. Angelete se tuvo que enfrentar a dos novillos complicados, un primero con poca fuerza, excesivamente picado y con una voltereta que acabó mermando sus fuerzas. Con la rodilla en tierra, le enseñó la muleta, con la que estuvo bien, falló con la espada y el público le agradeció su gran fuerza de voluntad con una vuelta al ruedo. Su segundo fue el más complicado, supo llevarlo por bajo y dominarlo en una faena de menos a más. Mató de estocada baja y cortó una oreja.

Dani Morales, con las faenas más variadas, con unos quites estupendos, sobre todo uno en su primero por santilleras. La mala suerte con la espada fue el factor para no abrir la puerta grande de la Era de los Mártires. Estuvo en todo momento en torero con gran clase con el capote y la muleta, sobre todo con la mano izquierda, metiendo el toro en faena con un toreo en corto, terminado con el segundo de la tarde con unos pases por manoletinas, pero volvió a fallar con la espada con tres pinchados y una estocada. Destacar en banderillas y en la brega al placentino Carlos Mora, que levantó los aplausos en una tarde entretenida de toros en San Jorge. La primera de empresario Manuel Martín.