Tanto los arquitectos autores del proyecto, los madrileños Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón, como sus promotores, los propietarios de Atrio Toño Pérez y José Polo, han mantenido en las últimas semanas un mutismo casi unánime ante los medios de comunicación. La razón: no alentar la polémica que ha suscitado el proyecto vanguardista en el corazón de la ciudad monumental cacereña hasta que no se pronunciaran los órganos administrativos competentes. Emilio Tuñón, uno de los coautores del diseño, rompió ayer ese silencio, ya hizo declaraciones a El País la semana pasada, en una conversación telefónica con este diario.

--¿Qué valoración hace del dictamen adoptado en la comisión de Seguimiento del Plan Especial?

--Sólo puedo decir que la propiedad, que es Atrio, ha ejercitado su derecho a solicitar una licencia para un proyecto que consideraba viable y que la comisión ha estimado que no lo es, esa es mi única opinión. Es un acto técnico en el que las instituciones han actuado democráticamente. Nosotros somos técnicos, sabemos que hay un procedimiento administrativo y en ese proceso se ha considerado que es inviable.

--Pero, como técnicos, conocen la legislación y sabrían que el proyecto planteado es ilegal.

--No es ilegal, sería, que es un matiz diferente, si se hiciera en contra del dictamen. Nosotros creíamos que podría hacerse amparándonos en las justificaciones expuestas. Es un riesgo que tiene que asumir la propiedad (Atrio), nosotros damos el soporte técnico.

--Cuando lo presentaron, pensarían que podía ser viable, ¿no?

--Yo ayer (por el lunes) pensaba que el proyecto era viable, hoy (por ayer) no. Ayer sí podía defender el proyecto con las mismas justificaciones que antes, pero se ha elaborado para someterlo a consulta administrativa y la documentación se preparó para que pudiera tener un dictamen positivo, ya no lo pensamos, puesto que el órgano consultivo al que se sometía ha dicho que no . Nosotros somos muy técnicos y una vez que nos dicen que no, es que no.

--¿No se sienten desilusionados por el rechazo?

--Eso es un sentimiento personal, nosotros somos técnicos y creíamos que podía salir y ya está.

--¿Qué se hará ahora, se reformará el proyecto, se presentará uno nuevo?

--Nosotros trabajamos a las órdenes de la propiedad, por lo que estaremos a lo que ellos nos digan enteramente. Los dueños de Atrio tienen una talla inmensa y con ellos hemos presentado el proyecto que pensábamos que podía salir adelante. No se merecen en ningún caso cómo han sido tratados. Aman su ciudad y han empezado con una ilusión tremenda esta iniciativa, intentando hacerlo lo mejor posible. Yo me quito el sombrero por ellos porque lo dan todo por su ciudad.

--¿Cree excesiva la polémica que ha generado el diseño?

--Lo que tiene de bueno el dictamen de hoy (por ayer) es que acaba con toda polémica, ya que se asume que los órganos competentes dicen que no es viable.