La comunidad franciscana del colegio San Antonio de Padua ha cerrado definitivamente con la promotora inmobiliaria cacereña Viassa la venta de su mítico inmueble de la calle Margallo, según confirmaron ayer diversas fuentes a EL PERIODICO EXTREMADURA. La intención de la empresa es hacer en este edificio un hotel, apartamentos y un aparcamiento; proyecto que no está todavía cerrado y que debe pasar por la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Cáceres para su aprobación.

Fuentes del colegio confirmaron a este diario que la operación de venta estaba concluida y que la entrega de los pagos se venía realizando a plazos, aunque declinaron hacer manifestación alguna en torno al precio final por el que se ha cerrado esta importante operación inmobiliaria.

La intención de la promotora de construir en el colegio (que ocupa una superficie de 10.500 metros cuadrados) un párking, vendría, sin duda, a resolver una de las grandes problemáticas que padece el centro de la capital cacereña: la falta de plazas de aparcamiento. Pero, además, mejoraría la imagen turística del entorno al añadir un nuevo establecimiento hotelero, y ampliaría la oferta inmobiliaria en el área de la plaza Mayor.

En este sentido, el concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde, Andrés Nevado, recordó en declaraciones a EL PERIODICO, que el edificio se sitúa en una zona incluida dentro del Plan Especial. Comentó que en una alegación realizada al Plan General de Ordenación Urbana durante los años 90 se contemplaba la posibilidad de convertir el inmueble en una zona residencial con aparcamiento público, además de la apertura de una calle que conectaría Margallo con San Justo. Nevado añadió que "no sería descabellado" construir un hotel "si es --dijo-- terreno genérico".

El centro escolar indicó que el San Antonio estrenará sus nuevas dependencias de La Sierrilla el próximo curso. El nuevo San Antonio ocupa una superficie de 50.000 metros cuadrados y está situado en la carretera N-630, muy cerca del polígono de Las Capellanías.

SIN BARRERAS

El centro, de unos 900 alumnos y alrededor de 43 profesores, está dirigido por el padre Francisco Arias Marcelo desde hace cuatro años. El de la calle Margallo ha sido, sin duda, uno de los colegios más emblemáticos de la ciudad.

El nuevo edificio contará con aulas de 60 metros, se ha diseñado para que no cuente con barreras arquitectónicas y, además, dispondrá de amplias instalaciones deportivas, dada la gran tradición que en este sentido siempre ha tenido el colegio cacereño.