La empresa concesionaria de la estación gasta una media de 1.800 euros mensuales (300.000 pesetas) en subsanar los desperfectos que se producen a diario en los servicios. Puertas destrozadas, cerraduras reventadas y daños en sanitarios y lavabos figuran entre las principales hazañas de los vándalos. Eduardo Hernández se muestra preocupado por estos hechos, que se repiten cada vez con más frecuencia: "Son cuatro personas a las que la policía tiene identificadas, pero a las que no pueden hacer nada", señala.