Cáceres se mantiene como la única de las ciudades candidatas a la Capitalidad Cultural Europea que no tiene infraestructura aérea: ni aeropuerto, ni aeródromo, ni siquiera campo de vuelo. Mientras las necesidades del turismo, la empresa, la sanidad y la investigación van en aumento y demandan medios de transporte más rápidos, el proyecto del aeropuerto internacional anunciado por la Junta y Caja Extremadura pierde fuerza y se aparca. Por ello, la Fundación Cáceres Capital, formada por empresarios y reconocidos profesionales de distintos ámbitos, está impulsando la creación de un aeródromo con financiación propia, en el mismo enclave donde en su día también propuso la ubicación del aeropuerto.

La fundación está convencida de que el reto 2016 es la nueva gran oportunidad de desarrollo que tiene Cáceres, similar al tirón que supuso la llegada de la Universidad en 1973 o el título de Patrimonio de la Humanidad en 1986. Con este fin se constituyó hace tres años, como entidad sin ánimo de lucro, para ayudar a reparar las debilidades cacereñas en distintos aspectos: economía, infraestructuras, cultura... Su plan de trabajo incluye varios frentes, desde el aeródromo como proyecto más novedoso hasta foros profesionales, informes que contribuyen al progreso regional, o iniciativas culturales que destacan por su originalidad.

Uno de sus principales empeños son las comunicaciones como pilares de cualquier desarrollo. Por ello tratan de impulsar un aeródromo que cubra las necesidades de la ciudad, ya que este tipo de instalaciones permiten operar a avionetas privadas y aerotaxis que facilitan el transporte de turistas, congresistas, cazadores, personal de empresas, mercancías o material sanitario.

2.000 METROS DE PISTA Con un coste de entre 3 y 5 millones de euros, el aeródromo, susceptible de ser de interés regional, se financiaría a través de los miembros de la fundación. Tendría una pista de unos 2.000 metros que por su longitud podría recibir aviones de pasajeros en caso necesario (la normativa no lo permite). "Si luego se amplía como aeropuerto, estupendo, pero mientras tanto Cáceres dispondría de un servicio aéreo", explica el presidente del colectivo, Juan Ramón Civantos.

Estaría ubicado en los terrenos que la fundación sugirió para el aeropuerto, fruto de un profundo estudio redactado por profesores, la mayoría de la universidad. Se trata de un llano a unos 12 kilómetros al oeste de Cáceres, ligado a un estratégico nudo de transportes donde se prevé la estación del AVE (en la ubicación que también respalda la fundación) y varios corredores viarios: A-66, N-521 (posible autovía A-58 a Portugal) y antigua N-630, sin olvidar la proximidad de la futura autovía Ex-04 (Cáceres-Badajoz), y a la vez lo suficientemente cerca de la ciudad para un desplazamiento rápido.

Se trata de la única zona del entorno cacereño sin protección ecológica, con meteorología favorable, aptitud aeronáutica, buena orografía y posibilidad de una pista ajustada a los vientos predominantes sur-suroeste, según detalla Juan Ramón Civantos. La fundación ya ha solicitado reuniones de alto nivel para presentar el proyecto.

La necesidad de un aeródromo es evidente. Por ejemplo, el Centro de Cirugía de Mínima Invasión, puntero en su sector, tiene que utilizar transportes en