La tranquilidad de la urbanización Montesol fue sacudida ayer por el hallazgo de los cadáveres de dos de sus vecinos, un hombre y una mujer de unos 50 años, presuntamente molidos a golpes en el adosado del número 4 de la calle Las Grullas, donde vivían desde hace poco más de un mes, según los escasos datos que ayer trascendieron del suceso. De hecho, los cristales de algunas ventanas de la casa aún exhibían las etiquetas de nuevos.

Al cierre de esta edición se desconocía la naturaleza del crimen, si se trataba de un caso de violencia de género o un doble asesinato. La juez que dirige la investigación, la titular del juzgado de Instrucción número 3, Mari Luz Charco, decretó el secreto de sumario y dio órdenes estrictas de no informar.

Esta decisión judicial envolvió el suceso en un absoluto hermetismo, lo que unido a la reciente creación del vecindario impidió que se conocieran datos tanto de las víctimas como de su situación personal. La juez ordenó incluso acordonar la calle para evitar la proximidad de la decena de medios de comunicación que se concentró en la zona.

El jefe Superior de la Policía en Extremadura y excomisario jefe de la Brigada Central de Delincuencia Especializada, Angel Galán, se trasladó a media tarde desde Badajoz hasta el lugar de los hechos ante la gravedad y lo inhabitual del mismo.

DESCUBRIMIENTO En una breve e improvisada declaración a los periodistas, únicamente confirmó el hallazgo de los cuerpos, que ambos habían sido víctimas de una muerte violenta, sin detallar si se trataba de un asesinato por terceros o un caso de violencia doméstica. "Lo único que se puede decir hasta el momento es que estamos en el inicio de una investigación que está bajo secreto sumarial. Lo único que sabemos es que en esta casa se han sacado dos cadáveres. Mañana sabremos qué ha pasado cuando lo diga el Anatómico Forense", informó.

Los cuerpos fueron encontrados por una pareja joven, presumiblemente familiar o conocida de los fallecidos, sobre las tres y media de la tarde y enseguida se dio aviso a la policía. "Cuando llegué a casa, aún no estaba la policía y vi a una chica joven llorando en la calle y la puerta de la casa abierta. Enseguida se presentaron los coches de policía", relató una vecina a este diario.

Los dos cadáveres estaban en la planta baja de la vivienda con numerosos signos de violencia. Según pudo saber este diario, la escena que se encontró la policía era dantesca, con los cuerpos destrozados por los golpes y sangre esparcida por gran parte del salón principal. El cadáver del hombre presentaba un fuerte impacto en la cabeza y algunas fuentes apuntaron también que ambos cuerpos tenían varias puñaladas, aunque este extremo no pudo confirmarse por una fuente oficial.

La juez de guardia no ordenó el levantamiento de los cadáveres hasta pasadas las siete de la tarde. Hasta entonces, tanto el forense como los agentes de la Policía Científica rastrearon al milímetro la escena del crimen, tomando fotografías y pruebas, tanto del interior como del exterior de la vivienda, principalmente en la puerta de acceso a la misma. La investigación, como ya anunció el jefe policial, no ha hecho más que empezar.

Hoy está previsto que un equipo de policías especializados en crímenes violentos se trasladen desde Madrid a Cáceres para colaborar en la investigación. La policía continuará a lo largo de hoy con la inspección ocular de la vivienda, ya que se requiere luz natural y ayer tuvo que posponerse al caer la noche tras horas de recogida de muestras. La casa, sin embargo, quedó precintada y bajo estrecha vigilancia policial durante toda la noche para evitar el acceso de nadie a la misma.

Los jóvenes que encontraron los cuerpos, cuya identidad no ha trascendido, fueron trasladados a Comisaría para iniciar las primeras averiguaciones.

DESCONOCIDOS EN EL BARRIO Los cuerpos fueron trasladados al Anatómico Forense donde hoy está previsto practicarles la autopsia. De momento, se desconoce cuánto tiempo llevaba muerta la pareja. Un obrero de la construcción que había estado trabajando en la casa de al lado contó a los medios de comunicación que vio cómo un joven golpeaba reiteradamente el día anterior (martes) la puerta de entrada sin que nadie le abriera. Por la descripción de otros vecinos, esta persona acudía con cierta frecuencia a la casa.

Los vecinos apenas conocían a las víctimas, de hecho pocos de los residentes se conocen entre sí, ya que las viviendas fueron entregadas a sus propietarios este verano y muchas de ellas permanecen aún sin habitar. "Los he visto varios días tomando el sol en la puerta de casa, sobre todo a él, también paseando con el bastón, pero no les conocía. Creo que vivían solos y así se lo he dicho a la policía", confirmó una vecina a la que interrogó ayer mismo la policía. Declaró que no había escuchado nada extraño en los días anteriores ni tampoco ayer. Ni siquiera trascendió el parentesco exacto o relación entre los fallecidos, que se creía procedían de Plasencia.