Eneko Hernández es uno de los 165 privilegiados que, a partir del próximo lunes, se enfrentará en Barcelona a una de las pruebas más importantes de su carrera musical. Operación Triunfo 2005 le espera tras pasar con éxito dos castings en Madrid. Con sólo 18 años y una mirada de no haber roto un plato, nació en el País Vasco pero su vida ha tenido como referente a Cañaveral, donde viven sus padres, Gonzalo y María del Carmen, y sus dos hermanos.

Y es que Eneko no es un triunfito cualquiera. De los más de 20.000 aspirantes, seguro que pocos podrán presumir de vivir de la música a su edad. Reside en Salamanca y es uno de los componentes de la orquesta Syra, de la que es solista. Técnico en Microinformática, Eneko formó parte también del grupo de folclore Marmihonda y de la orquesta Iceberg. "Nunca le pusimos obstáculos a lo que quería ser", dice su padre.

Ahora afronta su segunda intentona , tras la del 2003, para intentar integrar el grupo final de 16 jóvenes que se quedarán en la Academia de OT. Eneko ha preparado tres canciones de Marc Anthony, Serrat y Guaraná para cantarlas a capella . Ayer no sabía ni siquiera dónde se alojaría, ya que la organización del concurso ha restringido al máximo la información. "Sólo sé que me irán a recoger al aeropuerto y que nos han prohibido utilizar el móvil", señala.

Aunque se reconoce amante de la música latina, reniega del modelo Bisbal y apuesta por la voz de Whitney Houston a la que califica como la mejor voz. También esconde sus nervios como puede, porque dice no saber a qué va a enfrentarse en la prueba final. A pesar de ello, da su receta para el éxito: "Intentaré ser lo más natural posible".

Su ilusión es que Operación Triunfo le pueda servir de "trampolín" para metas mayores, aunque en su cabeza no está convertirse en un artista mediático "para vender un millón de discos". Mientras Eneko sueña, en Cañaveral esperan ya a su ídolo.