LA POLICIA local detectó el viernes por la mañana que una familia que acampa desde hace unos días en las instalaciones abandonadas de Campsa (en la N-630) había practicado un enganche de luz fraudulento a las farolas públicas. Los agentes tuvieron que intervenir procediendo a cortar el cable eléctrico, lo que afectó al suministro de tres farolas que quedaron sin luz, según informó ayer la jefatura policial.