Estudiar idiomas y música por la vía oficial se ha convertido en misión imposible para cientos de cacereños en los últimos años. La escuela de idiomas, el conservatorio y el centro municipal de música no dan abasto, por falta de espacio, ante el pasotismo o la incapacidad --no sé a qué atribuirlo-- de las administraciones que los tutelan. El problema está enquistado desde hace años y, mientras la Junta, en unos casos, y el ayuntamiento, en otros, continúan mareando la perdiz, los ciudadanos sufren las consecuencias de esta pasividad y siguen quedándose fuera de los centros curso tras curso por un déficit de aulas alarmante. ¿Hasta cuándo?

*Periodista