La queja de los vecinos de Aguas Vivas sobre la inseguridad de la carretera que une el barrio con la ronda norte parece haber encontrado finalmente respuesta en la Diputación de Cáceres, que se ha comprometido a realizar un estudio y a buscar financiación para que el ensanche de las aceras y la mejora del alumbrado puedan acometerse antes de que finalice el presente año.

Este fue el principal acuerdo de la reunión que mantuvieron el presidente de la institución provincial, Juan Andrés Tovar; el presidente vecinal de Agua Vivas, Diego Sánchez Polo; el secretario de la asociación y la portavoz del grupo municipal socialista cacereño, Carmen Heras.

Los representantes vecinales expusieron a Tovar el peligro que representa actualmente este enlace de la avenida de las Lavanderas hasta la rotonda de la ronda norte, junto a la carretera CC-38. Tovar dijo en el encuentro que aunque esta carretera no es una infraestructura propia de la diputación provincial, hará una excepción debido a la cercanía con una de las carreteras que sí dependen de ella, la que conduce a Casar de Cáceres. "Se hará una excepción y un esfuerzo para intentar solucionar el problema planteado", recalcó el presidente de la diputación, según informó ayer la entidad en un comunicado.