El equipo de gobierno del ayuntamiento no quiso salir ayer al paso de las declaraciones de la Unión de Cofradías Penitenciales, asegurando que no desea entrar en confrontaciones "ni en polémicas inútiles". A través de su área de comunicación, sí dejó claro que seguirá colaborando con la unión "por lo que sus actividades significan en la historia y la tradición de la ciudad", y espera que el espíritu institucional, "alejado de cualquier partidismo", prime entre ambos.

Por su parte, el presidente ejecutivo del Consorcio 2016, Felipe Vela, explicó ayer mediante una nota que no contestó a las primeras manifestaciones de la unión "por considerar que en todo momento, desde el departamento técnico de la oficina, se les había dado el trato correcto, brindándoles la oportunidad de recibirles, para presentar y valorar su proyecto". Aun así aclaró que no es responsable de las relaciones institucionales ni culturales del Consorcio, "por lo que debieron dirigirse a la alcaldesa, como se les informó, o a la coordinadora cultural, M José Casado, como también se les ofreció". Vela reiteró que la cuestión a tratar no era competencia suya, "por lo que habría incurrido en una injerencia", y matizó que en ningún momento se ha querido transmitir la idea de que él no atiende a nadie. Por último, subrayó que como edil de Foro Ciudadano está "a la entera disposición de la unión y de cualquier colectivo".