Su madre y sus hermanos le llaman Andrés. Es el lama Dorje Dondrub. Este nombre Dondrub se lo puso su maestro. Significarealización . Viene hasta Cáceres del monasterio budista del Garraf, en Barcelona. "Un lama", explica, "es un maestro en budismo, tiene discípulos. Al aproximarte a él te das cuenta de que está cerca de su plenitud, transmite felicidad y ayuda a los demás a llegar al mismo estado". Al estado de realización .

Desde hace años un grupo de extremeños viajan al mosnasterio de Barcelona para practicar la meditación regularmente. Ahora, el momasterio ha decidido venir a Cáceres. Ayer ofrecieron una conferencia en el colegio mayor Francisco de Sande y hoy, desde las diez, enseñan a meditar en el mismo sitio. "Practicamos la meditación para ser un poco más felices", dice Dondrub. "El término felicidad se está usando mal, la publicidad ha abusado de él. La felicidad es estar bien contigo mismo independientemente de lo que pase fuera".

Dondrub transmite paz y sosiego cuando habla. "La meditación es un trabajo. No consiste simplemente en cerrar los ojos. La calma mental te ayuda a gestionar tus depresiones, tus emociones. Entras en contacto con tu mente deprimida y te preguntas: ¿cómo he llegado hasta aquí?". Después uno tiene que ponerse a trabajar.

El lama sostiene que no pretenden convertir al mundo en budista. "Hay personas a las que les va mejor otra tradición: hemos enseñado a meditar también a curas. Gente que ha estado con nosotros ha entendido mucho mejor su religión y se ha afianzado mejor".

Dondrub explica que hay lamas laicos y los hay que son monjes. Los monjes cumplen más de 200 votos. Los laicos tienen cinco fundamentales: no matar, no robar, no mentir (conscientemente), no tomar intoxicantes que acortan tu vida o perjudiquen tu mente y no tener una conducta sexual incorrecta. Esto último quiere decir " no herir mediante el sexo". Desde este punto de vista el adulterio "podría no ser reprobable si hay conocimiento y nadie sufre, lo mismo pasa con la homesexualidad".

Luego están los monjes tibetanos, los de los 200 votos, que viven en los monasterios y dedican su vida a la meditación. "Para ellos la sociedad es un obstáculo en su camino. Nosotros somos lamas ngagpa , somos lamas de sociedad".

Dondrub o Andrés afirma que"es dificil decir en tu entorno que eres budista, parece raro". Enseguida aparece la idea de secta. Dice que esta sociedad muchas veces no es feliz. "Quedas raro si vas sonriendo por la calle, la gente se piensa que te estás riendo de ella".