José Antonio Villa, primero como concejal de Tráfico y desde el pasado septiembre como titular de la delegación de Movilidad Urbana, ha sido uno de los responsables de llevar a la práctica el sistema de restricción del acceso de vehículos al recinto intramuros del casco viejo.

Cuando el proyecto se expuso al público, hubo residentes que mostraron su temor a quedar aislados y que el sistema de restricción del tráfico favoreciese la inseguridad ciudadana. ¿Si usted residiese en la ciudad monumental, se sentiría seguro?

-- No podría decir que me siento seguro con el sistema hasta no haber comprobado su funcionamiento. A pesar de ello, sí me sentiría a gusto con la participación que se ha dado a los vecinos en los dos años en que la concejalía ha tratado ese tema con la directiva de la asociación vecinal. Hace dos años hubo reticencias, y ahora parece que están dispuestos a que la restricción se amplíe a otras calles.

Si el sistema falla, ¿qué alternativas hay para garantizar el acceso de vehículos si ocurre una emergencia?

--Se puede intervenir desde el centro de la Policía Local para dejarlo inactivo, y también desde cualquiera de los puntos de acceso para dejarlo parcialmente inactivo. Están los interfonos y cámaras, que son suficientes para que cualquier deficiencia que se presente quede salvada.

¿Cuántas tarjetas se han repartido entre los residentes?

--Hasta el jueves se habían repartido 248 entre residentes e instituciones, y todavía se siguen repartiendo. Se ha dado una por institución (en el recinto intramuros están la diputación, el obispado, la Consejería de Cultura y Demarcación de Carreteras), aunque con salvedades, porque, por citarle un ejemplo, la diputación provincial cuenta con organismos autónomos y en el obispado hay residentes.

¿Y al ayuntamiento?

--Los miembros de la corporación local no tendrán tarjeta para el recinto intramuros, pero los que la soliciten sí la tendrán para las Piñuelas como parte del plan de seguridad que gestiona la sección de Régimen Interior, aunque no todos los miembros de la corporación la han pedido.

Al principio se habló de dar tarjeta a los residentes con coches y sólo una por vehículo y vivienda, ¿se ha ampliado esa condición?, ¿quiénes han tenido derecho a la tarjeta?

--Una de las primeras propuestas de la asociación vecinal fue que se diese una tarjeta por familia residente, y se desestimó. Pero luego se decidió aceptarla al comprobar que se repartían menos tarjetas de las previstas. Se ha dado a todas las familias, tengan coche o no, que han acreditado que residen en la zona.

La restricción del tráfico es una de las promesas electorales del gobierno municipal, y se dijo que se aplicaría cuando se diesen las condiciones necesarias, ¿considera que ya se dan esas condiciones?, porque sólo se ha hecho un aparcamiento, el de Galarza, que no está lejos, pero tampoco cerca del recinto intramuros

--Es intención del gobierno municipal favorecer la movilidad urbana en la ciudad, y para ello es necesario la progresiva peatonalización de la zona centro. La construcción de aparcamientos es fundamental, y están previstas actuaciones, como un estacionamiento en las traseras de la Casa Grande o las negociaciones en Santa Clara.

Se está hablando de nuevos aparcamientos, pero ninguno estará ni a corto ni a medio plazo, ¿dónde aparcarán los residentes?

--Es una cuestión que se ha tratado con la asociación de vecinos. La Policía Local permitirá el aparcamiento de los residentes en zonas que se han determinado, como la plaza de las Veletas o la plaza del barrio de San Antonio.

¿Cuál será el siguiente espacio urbano del centro que se peatonalizará?

--Están previstas obras para ensanchar el acerado en la plaza Mayor y en San Juan y la definitiva peatonalización del segundo tramo de Donoso Cortés. En esta legislatura se han dado pasos importantes, como el párking de Obispo Galarza, la adecuación de la plaza Mayor y la protección de la parte antigua con la restricción del tráfico.