Mientras los bomberos y el personal de los retenes de tierra del Plan Infoex luchaban contra las llamas, agentes de las policía local y Nacional y efectivos de la Guardia Civil tomaban las calles del Residencial Universidad. Ninguna esquina o cruce quedó desprotegida. Su misión, informar y evitar el acceso a las zonas más peligrosas a los vecinos y numerosos curiosos que se habían desplazado hasta el lugar alertados por la intensa columna de humo que se apreciaba desde prácticamente toda la ciudad.

Frente a ellos, los vecinos del Residencial Universidad, la mayoría de los cuales reconocían ayer a EL PERIODICO que esta zona necesita más protección. "Es necesario tomar medidas de algún tipo para prevenir situaciones como ésta, pues estamos muy próximos a la ladera de la Montaña, una zona que cada verano sufre incendios", señaló Alfonso Custodio, secretario de la Asociación de Vecinos. Este advirtió, entre otras carencias, la de los accesos, "pues ante situaciones de emergencia o riesgo como podría haber sido la de hoy no es fácil acceder hasta aquí".

La intranquilidad se hacía visible en todos los vecinos de la zona, pero en especial en la de aquellos que se habían visto sorprendidos por la llamada de un policía en sus puertas aconsejándoles dejar sus casas. "Nos han pedido que cortemos la luz, el agua y el gas, que retiremos los vehículos y dejemos la casa", relataba Ana aún con el susto en el cuerpo y con la incertidumbre de si las llamas podrían alcanzar a su vivienda.

El desalojo sorprendió aún más a Mercedes, una vecina de la calle Pedro Lain Entralgo que vio el humo desde el hospital y preocupada decidió acudir a su casa. Al llegar un policía la sorprendió indicándola que dejara su vivienda. "Nos han dado un susto tremendo".