Recordar la historia de Cáceres será más fácil en los próximos meses tras la iniciativa del alcalde José María Saponi de recrear en esculturas estampas tradicionales de la ciudad. El ayuntamiento ha destinado 120.500 euros (20 millones de pesetas) para instalar estas piezas. Una de ellas será la mujer con el cántaro, que se colocará en San Francisco, lugar donde se ubica la réplica del puente construido en el siglo XVI a instancias de la comunidad de franciscanos.

El puente actual data de 1972, fruto de las obras de ampliación que sobre el original realizó el alcalde Alfonso Díaz de Bustamante para solucionar los problemas de tráfico. El crecimiento de la ciudad ha obligado a la actual corporación a pensar en una nueva remodelación. Aunque el puente se conservará, se realizarán algunos cambios y se instalará la efigie que recordará el paso de las mujeres que buscaban agua en la Ribera.

En Aguas Vivas se colocará la imagen de las lavanderas. Estas mujeres tuvieron especial presencia a principios del siglo XX, formaban una hermandad y lograron sacar a sus hijos adelante a veces en condiciones extremas. Trabajaban todo el año, excepto en su día: la fiesta del Febrero o Febrerillo el Loco. La celebración les servía para tomar las calles de la ciudad y reclamar un protagonismo que el resto del año les estaba vetado.

La otra escultura será la dedicada a Angelita Capdevielle, conocida familiarmente por los cacereños como Doña Angelita . Fue una eminente profesora de música, pianista e incansable investigadora del folclore cacereño. Como el resto de modelos, una verdadera institución que ahora será perpetuada.