Los conversos son muy peligrosos. Suelen acabar siendo los más fundamentalistas. Eso es lo que puede pasar con nuestro ayuntamiento. El PP no veía con muy buenos ojos la peatonalización del centro cuando ejercía de oposición y sus argumentos no eran otra cosa que un trasunto de intereses de algunos comerciantes.

Como en tantas otras cosas, también en esta vamos con retraso y no sólo en la ejecución de obras sino en los criterios. Pues hace muchos años que en la mayoría de las ciudades los comerciantes habían comprobado que la peatonalización favorecía las ventas. Ahora parece que todo es peatonalizable de inmediato. Puesto que muchas calles no están diseñadas para el tráfico y llenarlas de aparcamientos es una barbaridad, cada calle que se peatonalice es una bendición. Pero antes es necesario crear alternativas, pues el tráfico no desciende milagrosamente.

Antes de suprimir aparcamientos es imprescindible abrir otros, pues los autos tienen la necesidad de estacionarse en algún lugar. Dentro de unos pocos años, con la apertura de las rotondas, el tráfico en la ciudad no se parecerá en nada al actual. ¿Está todo lo que se hace ahora en función de ello? Pudiera ser, pero la ausencia de alternativas actuales, la indefinición respecto a los aparcamientos públicos y la poca claridad de los criterios de actuación lo ponen en duda.

No me atrevo a reclamar un plan integral de circulación porque eso fue una propuesta de la oposición y como tal descalificada. Quizás esté muy claro en la mente privilegiada de algún concejal, pero no estaría de más que nos lo explicara para que pudiéramos tener elementos de juicio suficientes y supiéramos hacia donde vamos. Porque hacia algún sitio iremos.