El prototipo de mujer maltratada no hay que buscarlo en las esferas sociales más desfavorecidas o en los guetos de las grandes ciudades. Los datos que manejan los expertos aproximan el perfil de la violencia de género a chicas universitarias o mujeres con formación que desempeñan puestos importantes.

Esta es la opinión de Maribel García Trigo, directora de la Casa de la Mujer de Cáceres, que insiste en que el campo del maltrato se ha abierto y que se producen muchos casos de universitarias de 18 a 20 años que reciben malos tratos por parte de su pareja, que generalmente también estudia en la universidad.

García Trigo explica que en la detección de estas conductas colaboran sobremanera los médicos de familia de Atención Primaria. "El porcentaje de mujeres que llegan a la casa por recomendación de los centros de salud es superior a las que vienen desde los servicios sociales de base", indica la directora.

La Casa de la Mujer de Cáceres, dependiente del Instituto de la Mujer de la Junta de Extremadura, se creó en 1985 y fue pionera en su campo. Su función es el acogimiento temporal de mujeres, en muchísimas ocasiones con sus hijos, que tienen que abandonar su hogar en una situación de especial dificultad. Su objetivo fundamental es que las mujeres recuperen su autoestima y autonomía.

PORCENTAJES Los datos que maneja la Casa de la Mujer y a los que ha tenido acceso EL PERIODICO EXTREMADURA, indican que hasta julio de este año han pasado por el centro 38 mujeres y 45 niños. Sorprende, eso sí, el elevado número de demandas que se han atendido hasta la fecha: 7.704. La mayor parte de estas consultas se ciñen al ámbito psicológico (2.358 consultas) y al jurídico (2.813 demandas).

Los malos tratos van en aumento. Y basta con echar un vistazo a las estadísticas. El año pasado pasaron por el centro 47 mujeres y 53 niños y se atendieron 18.361 consultas, la mayoría de ellas por cuestiones jurídicas. Pero además, a lo largo del 2004 han muerto a manos de sus maridos o compañeros 49 mujeres, dos de ellas en Extremadura.

La directora de la Casa de la Mujer estima que la violencia de género se ha convertido en un problema social y que es necesario realizar políticas integradas que sean capaces de erradicar estas conductas. Por ello, en Cáceres funciona el denominado prototipo interdepartamental, en el que están incluidos colectivos y profesionales sanitarios, sociales, fiscales, jueces y policías. Con ello se consigue la sensibilización social y se evita que la mujer maltratada vaya de un lado para otro buscando ayuda, "en lo que se conoce como la segunda o tercera victimización".

El papel de la Casa de la Mujer de Cáceres, situada en la ronda de San Francisco, es muy importante. Ofrece asesoramiento jurídico, social y psicológico a las mujeres, a las que pone a disposición un amplio programa de recuperación. La casa está dividida en tres espacios: formación, información y acogida. Lógicamente la acogida es la última de las opciones puesto que antes se buscan otras vías.

LA ACOGIDA En caso de que ingresen en las instalaciones, "ellas reflexionan para poder tranquilizarse, padecen trastornos de sueño y alimentación", explica García Trigo. Posteriormente se las introduce en programas de terapia ocupacional, recuperación de hábitos "y se intenta que pierdan el miedo a salir". Además, existen pisos tutelados y albergues repartidos por toda la comunidad hasta que se independizan y se insertan nuevamente en la sociedad.

La Casa de la Mujer ofrece un hogar a la mujer y a sus hijos. Cuenta con habitaciones, se les facilita ropa y cuidados adecuados para los niños.