Los sentimientos, la confianza, el afán de superación y la fuerza de voluntad viajan estos días sobre ruedas a bordo del Tren de la Esperanza. La peregrinación interdiocesana de enfermos partió el lunes de Mérida tras la bendición del arzobispo Montero, hizo escala en Cáceres, donde fue despedida por el obispo Benavente, y llegó ayer al santuario de Lourdes.

Organizada por la hospitalidad del mismo nombre, la novena edición reúne a 400 peregrinos, entre ellos 112 discapacitados físicos y psíquicos gravemente afectados, residentes en la Casa de la Misericordia y en el CAMF de Alcuéscar, en las sedes de la Cruz Blanca de Cáceres, Sevilla y León, y en el hospital Sánchez Ambrona de Mérida. Serán atendidos por 180 voluntarios que les ayudarán gratuita y desinteresadamente (religiosos, sacerdotes, médicos, enfermeros y farmacéuticos). Cien peregrinos válidos completan la expedición, que regresará el sábado tras cinco días de oración y convivencia.

CENTENARIO DE LA PATRONA

Por su parte, el cardiólogo Jesús María Larrazábal fue reelegido el lunes mayordomo de la cofradía de la Montaña. Afronta su segundo mandato con los objetivos de promover la devoción y acondicionar el santuario, que pronto tendrá nueva iluminación sufragada por Endesa con 18.000 euros. Pero su mayor cometido será programar los actos del 2006, centenario de la declaración de la Montaña como patrona cacereña por el Vaticano.

Despedida con boda. El mundo del baloncesto asistió a un enlace especial el pasado sábado en la iglesia de Fátima, donde Mario Madejón, segundo entrenador del Cáceres durante los últimos años, contrajo matrimonio con Diana Macías, su novia de siempre . ¡Cuidado con los triples!