Entrar a robar en tu casa y si tú estás dentro, mejor. Es la nueva moda que ponen en práctica los enemigos de lo ajeno en Cáceres. El último caso se resolvió el pasado 9 de mayo con la detención de un joven 21 años que la noche del 22 de febrero escaló hasta la primera planta de una vivienda de la calle Barrio de San Antonio y logró llevarse teléfonos móviles, dispositivos informáticos y dinero en efectivo. La víctima es una mujer que reside en una vivienda situada justo enfrente del Baluarte de los Pozos. «Ella se había quedado dormida en el sillón en la parte de abajo de su casa, al escuchar ruidos y gritar, el ladrón salió huyendo», cuentan fuentes vecinales consultadas por este diario. «Vio una silueta y se dio cuenta de que la estaban robando y rápidamente llamó a la policía». Se trataba de un robo con fuerza en toda regla que se produjo de madrugada.

Cuando los agentes llegaron a la vivienda comprobaron que la primera planta se encontraba revuelta, con evidentes síntomas de sustracción, «y que la posible entrada habría sido mediante escalo hasta la ventana de un baño», explicaron ayer desde el Cuerpo Nacional de Policía. «Vinieron dos parejas, la Científica estuvo buscando huellas, pero el autor o autores habían usado guantes», corroboraron los vecinos.

«Las gestiones practicadas dieron como resultado la plena identificación, localización y detención del presunto autor de este robo con fuerza, además de la recuperación de los teléfonos móviles sustraídos», apostillaron desde la policía. El detenido, que ya tiene antecedentes, fue trasladado a dependencias policiales a fin de tramitar el pertinente atestado. Las mismas fuentes indicaron que el autor, ya en libertad, habría actuado en otros robos de similares características y que reside en la ciudad.

La preocupación por estos hechos es latente en el barrio. La asociación de vecinos, a través de la Mesa de Trabajo de Santiago, comentó los hechos con la policía, que estuvo durante varios días rastreando la zona. «Vieron a personas no habituales pululando por las casas e hicieron un seguimiento», explica Juan Manuel Honrado, presidente del colectivo vecinal. La dueña de la casa ha puesto rejas en las ventanas tras lo sucedido.